Capítulo VI : Ragnarok I

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Las ramas de los arboles al costado del camino se mecían suavemente mientras que las piedras minúsculas bajo nuestros pies rechinaban al ser apretujadas contra el piso una y otra vez.

El camino corría en paralelo a veces con pinos de más de diez metros, con rocas grandes en las cuales solía haber animales descansando al sol y arbustos de baja estatura de los que los mismos animales debían comer cuando lo necesitaran. El cielo por su parte optaba por mantener una nubosidad latente que amenazaba constantemente con condensarse y dejar caer sus gotas sobre nosotros a cada momento pero que, en dirección al oeste, comenzaba a despejar y dejaba ver el inicio de un ocaso precioso que se perdía en el horizonte infinito.

La caminata marchaba lenta puesto que el trecho que debíamos recorrer desde Murmud hasta Kasar no era tan largo como otros pero sí bastante empinando en ciertos sectores lo que extendía el trayecto.

Horas atrás dimos por iniciada la siguiente misión que nos llevaba esta vez al pueblo del sur y vecino de Skrum llamado Kasar el cual documentaba avistamientos de múltiples gigantes del fuego provenientes del este, lugar en donde se encontraba la ciudad de inicio y por la que ya habíamos pasado en nuestra primera aventura en Matthew.

La mayoría de estos avistamientos ubicaban a los gigantes yendo en dirección al Lago Mess o sus alrededores, lugar que ocupa más del cincuenta por ciento del primer continente de ese mundo.

Una vez en el pueblo encontramos a la gente bastante asustada para nuestra sorpresa, o por lo menos programada para estarlo. La mayoría resguardada y escondiéndose en sus hogares a la espera de que esto salve sus vidas.

Siguiendo la "Q" dorada llegamos a la plazoleta central en la que alrededor de quince hombres aguardaban la llegada de los monstruos con la intención de proteger a sus familias y casas.

—Ustedes deben ser enviados del norte, me alegra que estén aquí—dijo el primero de ellos—estamos realmente muy asustados. Los gigantes de fuego son seres devastadores que queman y destruyen todo a su paso y no hemos recibido noticias de Skrum en el último tiempo. Sinceramente esperamos que no les haya pasado nada.

—Personas dicen haberlos visto ir en dirección al lago Mess, quien sabe que estarán haciendo ahí—agregó otro.

—Exacto, enviaremos unos hombres a averiguarlo, nos gustaría que los acompañen y luchen a su lado de ser necesario.

Aceptamos la misión y nos pusimos en marcha perseguidos por tres NPC's genéricos que a diferencia de Lucéfila y Adrhian no tenían nada que los haga únicos.

—¿Asique gigantes de fuego eh?—preguntó Amy para romper el silencio originado entre los tres.

—Así es. Como te imaginaras los hechizos de fuego tienen poco efecto sobre ellos y los de frio más—comenté.

—Ya veo... ¿Porque estarán aquí?—preguntó.

—Tengo mi teoría y creo que en parte, somos culpables de ello.

—¿Nosotros?—dijo Jaia uniéndose a la conversación.

—Sí, estos gigantes es imposible que vengan del sur, el territorio de Matthew termina donde está el portal a Edward por lo que alguien debe haberlos puesto allí apropósito.

—¿Ponerlos ahí apropósito? ¿Quién tiene tanto poder?—dijo la pelirrosa

—Creo que estamos por averiguarlo.

Corazón Rojo Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora