Capitulo II: Trucos nuevos

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—Era de esperarse—dije meneando la cabeza de forma negativa.

—¿Cómo que era de esperarse? ¿Estás diciendo que soy predecible? ¿Es eso?—dijo tomando mi comentario de forma ofensiva.

—¿Y el dinero de la recompensa del calabozo? Con eso debe alcanzar para una cena en un bar normal—aclaré.

—¿Qué dinero? Ese lo voy a usar para comprar gemas de potenciación amarillas—apenas terminó de hablar no pude contener una fuerte risa que me nació del alma.

—No seas tonta. Esas gemas se usan para los paladines.

—No ¿Enserio? ¿Y qué voy a hacer con las que ya compre? Decían que era para potenciamiento de armaduras... con razón no las podía usar—ante su cara de derrota continúe riéndome y ella agregó—N-n-no hay problema, voy a encontrar un paladín al que vendérselas y haré mucho dinero.

Así seguimos por un rato largo en el que mientras tanto caminábamos de vuelta al centro urbano más cercano que teníamos. Allí esperábamos, con el dinero de la recompensa, poder comprar algo de comida, vender los ítems que no necesitábamos del botín y alquilar un campo de entrenamiento básico para que uno con la ayuda del otro podamos aprender a usar nuestras habilidades especiales y combos.

Además, el viaje servía para en el ayuntamiento de la ciudad, si todo salía bien y no nos matábamos en el proceso, hacer oficial el clan eligiendo el nombre. Las primeras casas empezaban a aparecer y algunos NPC's cumplían sus roles de ciudadanos limpiando la casa o haciendo los quehaceres del hogar o simplemente en estado de sueño.

Más temprano que tarde la calle pasó de ser un camino rural recubierto por tierra y adornado con las casas y la gente del poblado con sus mascotas y vehículos que seguro no funcionarían nunca más para transformarse en una calle empedrada como los viejas caminos de Londres. Según el cartel que estaba en la pared el centro de Edward con todas los negocios manejados por NPC's estaba bastante cerca y más en el centro todavía, la plaza, que albergaba al resto de los NPC's que te daban las misiones a completar llamadas Quest.

Hasta ahora había completado algunas de ellas pero con gran dificultad. Más que nada las que eran de recolección mientras que las de pelea las dejaba para otros que si sepan ordenarse con mayor comodidad. Esquivamos esta parte y fuimos al vendedor de pociones para que recupere la que había tenido que gastar por el hambre producida por la parálisis de las serpientes de medusa en mi anterior intento de completar uno de estos. Pero evidentemente fue demasiado para mí.

—¿Con que pensas pagarla?—dijo esperando que no le diga lo que ya sabía ella.

—Con el dinero de la recompensa ¿Qué esperabas?—dije volteándome a verla mientras le sostenía la puerta del local.

—¡¿Qué?! ¡Con mi dinero no!—dijo abrazando el aire simbólicamente de forma que parezca que lo tenía en la mano cuando no era así.

—También es mi dinero, dale, es solo una poción—dije y con esto termine de convencerla mientras que con el brazo la empujaba adentro del local.

El NPC esperaba a que nos le acerquemos lo suficiente para poder ofrecernos sus servicios.

—¡Buenos días gran caballero! ¿Que lo trae a mi tienda?—dijo como miles de veces ya lo había escuchado antes. El hombre robusto y de buena musculatura daba la sensación de estar en el lugar equivocado. Quizás debía estar combatiendo dragones de alto nivel en vez de estar vendiendo ítems en Edward.

Tocamos el botón de comprar pociones que estaba al lado del de vender y una pantalla se abrió que mostraba mi inventario y el del hombre. Amy al ver el precio del objeto que quería comprar traspaso a mi cuenta el dinero justo, ni un centavo más y ni uno menos mientras me miraba con una cara de no estar muy segura de confiar en mí.

Corazón Rojo Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora