93. La llave de mi candado

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-No quiero- decía aquel pequeño de 8 años, cabello ceniza, ojos rubí y gafas rectangulares color púrpura quien se cruzaba de brazos.

-solo será una foto rápida, además es regalo para tu Papi, no querrás que se sienta triste por no recibir obsequio- tratando de convencerlo su madre, de hermosos cabellos largos dorados, y ojos amatista.

-pero... A papá no le gusta que le tomen fotos- comento con la esperanza de que no tomarán aquella captura del momento.

-pues no necesitamos decirle, lo haremos a escondidas- dijo aquella linda madre sonríendo, el pequeño accedió, no podía decirle que no a su mayor, simplemente con decir que no y ver a su madre destrozada le partía el alma, así que solo suspiro.

-bien, pero si se da cuenta salimos corriendo- aquella dama solo río, su esposo solía ser muy estricto y serio cuando trabajaba, pero sabía que a su familia no era capaz de levantar ni un dedo.

Y ahí estaban, una madre y su hijo siendo todos unos ninjas profesionales, o eso creía está divertida pareja, después de todo, tiempo de calidad entre una madre e hijo no es tan malo, este fue el pensamiento que ahora él pequeño Reiji tenía.

Así fue como en una día de trabajo y amargura se transformó en uno alegre y sorpresivo, ya que al tomar aquella foto, la mujer besaba la mejilla de su esposo mientras que el niño lo abraza por el otro lado y este solo tenía una cara de sorpresa y susto junto con un ligerisimo sonrojo.

-Reiji, ¿Estás bien?- me saco de mis pensamientos aquel azabache que me había acompañado.

-a si -dije agitando mi cabeza, miré por última vez aquella foto, pensando si debería llevármela o no.

-¿Ese eres tú?- preguntó Fred estirándose un poco para ver la foto.

-si- dije de una forma melancólica.

-tu madre era muy hermosa- habló tratando de animar las cosas.

-si... Vamonos ya- dije dejando aquella foto, pero no paso ni dos segundos cuando la volví a tomar y la guarde.

Salimos de la mansión mientras que yo no dejaba de ver aquella foto, no sé cómo recordé eso sin haberme desmayado, debió ser de aquellas veces que sueñas despierto, sea lo que sea, fue un recuerdo bastante agradable.

Subimos al auto en donde puse la foto en mi bolsillo de mi chaleco del lado derecho y avance, en todo el camino no hubo más que silencio, en mi caso no era incómodo pero no podría decir lo mismo de Fred, parecía incómodo, lo mejor será que deje de pensar en esa foto y le preste atención.

-oye, lamento si es incómodo esto, solo venía recordando-

-no importa... ¿La extrañas?- preguntó mirándome, sabía perfectamente a que se refería, así que simplemente suspiré y asentí.

-mucho... ¿Y tú? ¿A tu papá?-

-a veces, digamos que convivía mucho con el, más que mi madre, es por eso que el afecto no es el mismo que el que Freddy tiene por ella-

-¿Recuerdas el día en el que se fue?- el bajo la mirada, al parecer si lo recordaba.

-era un día lluvioso, yo tenía 8 años, recuerdo que estaba en la ventana de mi cuarto, mirando como la lluvia caía...

El viento era fuerte y frío así que no podía ir a saltar en los charcos que se fabricaban en el césped.

Esa tarde salí de mi cuarto por algo de comer, hasta que en el cuarto de mis padres ví a mi madre tirada en el suelo llorando, muchas cosas de mi padre no estaban, de pronto escuche el motor de un auto encenderse, fuí corriendo a mi habitación, ahí estaba mi padre, subiendo las maletas.

Becoming Gay [Fred & Tú] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora