Becoming Gay [Fred & Tú] (Editando)

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Fred

Las clases iban lentas, el maestro de Metodología no hacia más que dormir a todos en el salón, por suerte en mi cabeza, lo único que rondaba era Reiji, después de que se haya ido de mi casa, jure que haría todo por conseguir su perdón, y volviera a ser la pareja de antes, incluso mejor, el punto fue que se al irse, me controle, y entre a la casa, derrame demasiadas lagrimas, mi alma esta tan seca que lo único que siento, tristeza por algo. Ahora me doy cuenta de que llorar no resuelve nada, y si quiero recuperar a Reiji, debo dejar de llorar como niño, y portarme como lo que soy, un joven con aspiraciones futuras.

Lo único bueno de esta clase, es que al aburrimiento hace que la inspiración me llegue como una persona a la comida, y no es por presumir, pero la poesía se me da muy bien, y si, tal vez es muy cursi o muy anticuado, pero... Puede que con un poema... Poco a poco, con el tiempo, las cosas mejoren.

Mi vista se poso en la ventana, mirando las aves, los árboles, básicamente todo lo que me rodeaba en ese instante,y aun más al ver, que aquel grupo de sexto semestre habían salido, entre ellos, Reiji acompañado de Cecilia, al parecer era clase música, lo digo por los instrumentos que todos llevaban, sin embargo, me llamo mucho más la atención, la niñera de Reiji tenía la guitarra de él, y él tenia otra guitarra.

Desde aquí lucía linda, por otro lado, no podía evitar sentir, enojo por pensar en que le regalo su guitarra, porque la quiere... Aunque se que a quien quiere es a Springtrap.

El verla con ella, me hacia sentir como que no valía nada, por saber que ella podía hacerlo sonreír, y yo no, que ella podía estar ahí para él, y yo no.

Y mientras los miraba, esa inspiración me corroía por completo;

Igual parece a los eternos Dioses.
Quien logra verse frente a Ti sentado:
¡Feliz si Goza tu Palabra Suave,
Suave tu risa!

Suspire, devolví la mirada a ellos, reían mientras deslizaban sus dedos por las cuerdas, ese dolor en mi pecho es inevitable, y lo odio, odio sentir esto. Y todo lo que me queda, por ahora, es observar.

A mí pecho el Corazón se oprime.
Sólo en mirarte: ni la voz acierta
De mi garganta a prorrumpir; y rota
Calla la lengua
Fuego Sutil dentro de mi cuerpo todo
Presto discurre: los inciertos ojos
Vagan sin Rumbo, los oídos hacen
Ronco Zumbido
Cúbrame todo de Sudor helado:
Pálido quedo cual marchita hierba
Y ya sin Fuerzas, sin Aliento, Inerte
Parezco muerto.

Creo que esta listo, solo debo ir a su casillero cuando tenga clases dentro del área de trabajo. Y sin darme cuenta, aquella clase ya se había impartido, lo que me hizo reaccionar y salir rápidamente hacia los casilleros, Reiji tenia su salón en el tercer piso, pero gracias a Bonnie, se cual es su casillero.