109. Necesito verte

809 116 13
                                    

Estaba en mi cama acostada, tomando y soltando aire, intentando calmar el dolor que recorría mi cuerpo, era difícil, no sabía a qué repercutir, alguien que me auxiliara, pero sin duda necesitaba hablar con alguien, decirle que había llegado, sin que nadie se diese cuenta, así que tomé el celular y marque a aquel contacto.

-... Ceci... Volví, ¿Crees qué... Qué puedas venir?-

-si claro, no te preocupes voy enseguida-

Colgué, deje el celular a un lado, y me recosté de costado, abrazando mi estómago, aún duele, ya no soporto este dolor, quiero que se termine. Tanto era el dolor, que opte por cerrar los ojos, quedando profundamente dormido, sintiendo como si fuesen años, que al fin descansaba en paz.

Pasaron pequeños minutos, los cuales, yo, los sentí como segundos, pero algo inquietante no relajaba mi sueño, Capi no estaba, sé que dijo que se quedaría con Fred, pero el hecho de no verlo me preocupa, ya es costumbre verlo, pero ese no es el problema, lo más raro, fue que de todos modos estaba en aquel cuarto, pero no en mi forma femenina si no, como Reiji. Aparecí en mi habitación, la cama se encontraba ahí, mire a mi alrededor, sé que es un sueño, pero no suelo tener sueños así, sin embargo, la preocupación podía más que mis dudas, así que me fui a acostar y cerré los ojos, quería descansar, quería olvidar todo, quiero olvidar, pero contigo en mi cabeza no puedo.
Suspiré pesado, tratando de dormir, no lo habría logrado de no ser por unas manos que comenzaron a acariciar mi cabellera. Abrí los ojos inmediatamente y mire, lo mire, Fred estaba ahí, acariciando mi cabello, sonriéndome, yo no pude evitar abrazarlo con fuerza, ocultando mi rostro en su hombro, llorando en silencio, mojando la ropa de mi osito, mientras que él, acariciaba mi cabello con su mano izquierda, y con la derecha sobaba mi espalda, algo que me relajo, me relajo mucho, me alivio por dentro, me limpio el alma.

-F-Fred... No te vayas... Quédate conmigo- hablé nulo, solo sentí que me apretaba con fuerza, con la intención de no querer separarse de mi.

-vuelve... Por favor- escuché por parte de él, dando un beso a mi cabeza.

-ya estoy aquí... Y jamás me volveré a ir, mientras tú me permitas quedarme a tu lado-

-siempre-

Di una pequeña sonrisa, ya, más calmado, me a de aquel abrazo, para poder levantarme de la cama, colocar mis manos en sus suaves y pálidas mejillas, con mi pulgar, acaricié estás, admirando cada facción de su rostro, sus ojos, aunque tuviesen esos pupilentes, seguía siendo hermoso, sus mofletes, sus gestos, sus labios, era como estar atrapado en su tierna carita de osito de peluche, aún más tierna con aquel bello color rubí que adorna su bellísimas mejillas, sentí sus cálidas manos posarse sobre las mías, las cuales, comencé a hacer que acercarán su rostro con el mío, quedando a centímetros, centímetros que ambos rompimos uniendo nuestros labios.

Se que es un sueño, pero un sueño del cual no quisiera despertar jamás, mis manos acariciaban sus mejillas, mis labios se movían al compás de los suyos, era un beso lento, apasionado, profundo; sentí como nuestros cuerpos comenzaban a emitir calor por el acercamiento entre nosotros, algo que me gustaba. Después de unos segundo nos separamos, juntando nuestras frentes, mirándonos a los ojos.

-te amo- hablé- eres la razón por la que estoy aquí-

-.... También te amo- sonreí y volví a besarlo, esta vez abrazandolo de la cintura y el de mi cuello.

Todo era perfecto, solo el y yo, juntos, puedes que me preocupen mis amigos, pero nada es y será más importante que Fred.
Estaba tan aferrada a él que no quería soltarlo, no podía soltarlo, no quería despertar, quería dormir para siempre, durante aquel beso cerré los ojos, cuanto me arrepiento de haberlo hecho, porque al abrirlos el ya no estaba, tenía los ojos entre abiertos, como si apenas despertara, sentí una mano acariciando mi cabello, yo, con la ilusión de que el sueño se hiciera realidad abrí los ojos de golpe y mire a quien me acariciaba.

Becoming Gay [Fred & Tú] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora