14 - Lo inesperado

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Estuve ahí más temprano de la hora indicada. Me senté sobre una de las frías bancas del lugar esperando por el chico, elegí la más alejada con acceso al resto del paraje y sí, con vista perfecta. Estaba ansioso por conocer al asesino del puente. Y es que no podía creer que estuviera tan cerca, por un momento llegué a sonreír ante la idea. Había dejado de estar un paso atrás.

Llegó la hora acordada, la cual había estado observando una y otra vez en el reloj, la manecilla parecía haber dejado de avanzar o más bien parecía acelerarse. El sujeto no asomaba la cabeza por ningún lado, me pareció haber sido de lo bastante temible como para que no se arrepintiera... de no ser porque otra persona se lo hubiera impedido, pensé. ¿Podía haberse enterado de mis planes? Cerré los ojos ante tal posibilidad.

Con tantos pensamientos sobre la cabeza decidí esperar un poco más antes de volver hacia allá, pasase lo que pasase iba a ir en su búsqueda.

Comenzaba a desesperarme, llevé las manos a mi cara en muestra de frustración. Era todo, me levanté de la gradilla y me dirigí al auto —debí haberlo ido a buscar esa misma noche, haber regresado debió ser la opción más viable—. Me maldije. Cerré la puerta con fuerza, estaba molesto. No podía seguir perdiendo. Pisé el acelerador imaginando todo lo que haría al tenerlo frente a mí.

—Tenemos un asesinato. —Se escuchó en la radio. Era Nolan informando a pocos minutos de haber comenzado la jornada laboral—. Caden, esto te sorprenderá... —se escuchó una pausa nerviosa—. Es en el puente.

¡Maldición! Aceleré al imaginarlo todo. Estaba cerca del lugar así que no tardé en llegar, aparqué el auto en el mismo lugar de antes. Algunos colegas estaban en el sitio, exactamente como la ocasión anterior. Atravesé la cinta amarilla, me temía lo peor. Nolan estaba ahí, parado de espaldas pero girando al instante en el que me acercaba, parecía que le hubiera dicho: ¡Hey, estoy aquí!

Al verme me guio al lugar. No dijo nada, esperaba que yo iniciará la conversación. Pero no me apetecía saberlo de él. Quería verlo con mis propios ojos, quería saber qué era lo que había hecho ese cabrón. Un par de policías me abrió el paso, frente a mí tenía a un cuerpo irreconocible. La cara le había sido arrancada brutalmente. Con bastante gusto, tal vez. No lo habría reconocido de no ser por la ropa que llevaba, era el mismo tipo con el que me encontraría.

—¡Joder! —dije ante la situación.

—Nuestros expertos reconstruirán el rostro —aclaró detrás de mí, pero no hacía falta, sabía quién era y sabía quién lo había hecho. En realidad, Nolan también debía saber de quién se trataba, la pregunta era ¿por qué no lo aceptaba?

Dirigí una rápida mirada hacia los espectadores, alguien que pudiera encajar con la vaga descripción que el chico me había dado horas antes de su muerte. Alguna mirada profunda, alguna apariencia fingida, un tipo oscuro... alguien como yo. No había nada. Estaba completamente perdido. Me había jodido el plan. Disfrutaba verme fallando una y otra vez.

Sin más decidí volver a la comisaría, debía examinar el trozo de papel que me había dado. Mi adlátere se quedó terminando la investigación, esta vez no había grafitis, no había notas, nada palpable. Y no lo habría para ellos.

Subí a mi auto maldiciéndome por las decisiones que preferí no tomar al saber de la única persona que podía darme la pista más importante de mi investigación.

«Fue un error haber confiado en él, afortunadamente me di cuenta antes de que algo más llegara a ocurrir. No es que no quiera que me conozcas... pero aún no es hora. No se puede confiar en las personas.»

Recibí uno de sus mensajes al llegar a la oficina, era de esperarse. Le agradaba hacerse notar pero en ese momento no me apetecía leer sus textos. Me estaba volviendo loco. Inmediatamente me dirigí a examinar el trozo de papel que me habían proporcionado. Tardé un par de minutos hasta obtener resultados, pero no encontré más que las huellas del chico y las mías. La tinta usada era de lo bastante comercial así que mis posibilidades de rastrearlo eran mínimas. Volví a guardar la hoja en el bolsillo y caminé disimuladamente hasta mi oficina. El resto de mis compañeros seguía investigando sobre el caso, estaban tan concentrados en eso que un poco de información me vendría bien. Tal vez veían algo que yo no.

BUENAS NOCHES QUERIDA #1 (Serie Caden)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora