1-Este soy yo

360 21 2
                                    

Había despertado más temprano de lo que solía hacer cada mañana. El color rojizo en el cielo comenzaba a disiparse y el frío del piso bajo mis pies daba la sensación de que sería un buen día. Desperté bastante enérgico ante la idea de hacer un par de cosas antes de ir al trabajo. Nunca en mi vida había hecho algo similar o he de decir, nunca en la vida había sentido tal emoción por hacerlo. Se trataba de una primera vez y a decir verdad una fuerte emoción se apoderaba de mí tras pensar en ello; era la misma reacción de siempre, esa sensación de adrenalina, el sentir la sangre hervir recorriendo mi cuerpo entero y al final, la estupenda sensación de satisfacción: me hacía sentir vivo a través de los demás. Aunque esta vez era diferente. Había algo en especial en esta ocasión.

    —Se hace tarde —sonreí mientras me vestía un poco informal para la ocasión. Debía pasar desapercibido y pese a tratarse de la primera vez que los conocería sabía que lo importante no era plantarme frente a ellos y estrecharles la mano, de eso ya habría tiempo.

    Me gustaba estar presentable en los primeros días, causaba buena impresión sobre todo porque se trataba de algo en lo que me había acostumbrado a ser bueno.

    Apariencia.

    Confianza.

    Soy extremadamente cuidadoso, no quiero levantar ningún tipo de sospecha.

    Antes de salir, miré por última vez la dirección detrás de una foto que me habían entregado, podía oler la dulzura de la vida a través de esos rostros bastos de afecto. Justo antes de salir de casa desayuné rápidamente, no quería llegar tarde y perderme el placer de conocer a mi nueva víctima, una muy prometedora víctima. Y es que no lo conocía más que a través de una fotografía.

    Hacían ya dos semanas cuando me encontré con un tipo llamado Andrew. La intervención se había dado justo cuando iba camino a casa, se trataba de un chico poco mayor a mí que por mi porte había deducido que podía contarme un par de secretos como tal cura ante un devoto de la iglesia. Conversamos sobre algunas cosas y entre las cuales una y solo una fue la que despertó mi interés. Había mencionado un asesinato, se veía tan fatal a pesar de no haber sido él el autor.

    Su hermano Alexander, había asesinado a su mejor amigo.

    Según Andrew, Alexander perdió la cordura y lo mató frente a sus ojos, todo fue tan horroroso, las palabras de Andrew reflejaban tal aflicción que me enfermaba. Se sentía cómplice —y así era—, pero eso no significaba nada para mí, que él hubiera estado presente no me incitaba a hacerle frente, todo lo contrario con su hermano. Él sí que me importaba. Me limité a escucharlo con detenimiento.

    — ¿Qué hicieron con el cadáver? —pregunté con suma curiosidad.

    —No lo sé, Alexander se encargó de todo, yo abandoné el lugar al ver lo que mi hermano le había hecho a su mejor amigo.

    — ¿No tenía motivos para hacerlo? —Lo miré a los ojos buscando alguna respuesta, algo me decía que no era la primera vez que Alexander hacía algo de este tipo—. Quiero decir, ¿él le hizo algo a tu hermano como para que lo asesinara? —sentía curiosidad.

    —No, no lo hizo, él era un buen chico, solo lo asesinó.

    —Dame la dirección y una foto de él —le dije.

    — ¿Qué harás?

    —Soy agente de policía, trataré de investigar.

    No fue difícil, de hecho fue más fácil de lo que parecía, creo que el hecho de que hubiera estado ebrio permitió que bajara la guardia. Después de esto supe que Andrew no vivía tan lejos, estaba a veinte minutos de mi casa y Alexander a treinta. Decidí hacerle una propuesta en la que no supiera más que la investigación que llevaría a cabo. Le dejé en claro que lo haría por mi parte, que ninguno de mis hombres sabría al respecto y que de ser así él también podría salir perjudicado. Creé cierto nerviosismo en él, no hablaría más.

BUENAS NOCHES QUERIDA #1 (Serie Caden)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora