32 - Inesperado

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Muchas veces escuché a mi padre decir que las cosas no saldrían como yo querría, que tarde o temprano, en algún punto de mi vida, alguien me encontraría y acabaría con todo lo que había llegado a ser. Que, en el mejor de los casos, la policía pasaría de mí, pero que terminaría en manos de alguien más como yo. Jamás lo creí, hasta ahora.

Medio dormido, con la cabeza dando vueltas y con el vago recuerdo de algo que llegó a ser mi infancia, alcancé a percibir la presencia de alguien más en el sótano. Sin ganas de querer despertar, volví a mi estado de sopor por lo que pareció haber sido una eternidad.

Para cuando desperté me hallaba en un sitio que no conocía, me costó acostumbrarme al destello de luz pegando contra mis ojos, a través de una amplia ventana. Percibí una opresión alrededor de mi abdomen y al dirigir mi vista hacia allá encontré un par de vendas sobre la herida. Ahora lo recordaba, había estado en un encuentro fatídico con Alexander. Aunque no recordé haber huido ni haber liberado a Adryen.

Maldición. Él estaba ahí.

Me encontraba en el hospital, tanta pulcritud me hacía reavivar mi presencia en un lugar como este, algún tiempo atrás. Aunque algo confusa.

Quise estirar los pies tras despojarme de aquel conducto de suero atado a mi mano, pero fallé en el intento, me sentí con pocas fuerzas y algo mareado. Cerré los ojos para aminorar el dolor.

—Buenos días. —Se dirigió hacia mí un médico en bata blanca. Alto, moreno y con semblante hogareño—. ¿Cómo está?

Preferí ahorrarme sus palabras.

—¿Puedo irme? —Tenía pendientes y dudas, bastantes dudas.

—Lo siento, me temo que le será imposible. —Intentaba decir más, así que lo miré confuso—. Han pedido vigilancia... Además, debo informar que ha despertado.

—Pero... —El médico emprendía paso hacia la salida—. Espere, ¿por qué? ¿Quién me ha traído?

—La policía... —dijo él deteniéndose por un momento—. Su padre llegará pronto y cuando lo haga yo estaré de vuelta. Hay algo que debe saber.

Los ánimos del doctor habían bajado. Salió de la habitación dejándome con más dudas de las que tenía.

Mi padre, hacía mucho que no lo veía.

Trascurrieron las horas sin que nadie más ingresara al lugar. Esperaba la visita de Nolan o de la policía, pero no había nada. Al parecer no les habían informado que había despertado. Mientras tanto, había tenido tiempo de pensar. Lo último que recordaba era que había acabado con Alexander, y que Adryen se había quedado conmigo.

Aquello significaba que yo era sospechoso de haberlo asesinado, me habían encontrado en la escena del crimen, mis huellas estaban ahí, el cadáver estaba junto a mí. La cabeza no paraba de darme vueltas.

—Adelante. —Escuché la misma voz. Era el médico que ingresaba a la habitación seguido de mi padre. Aquel viejo que había olvidado aún tenía energía, pero la mirada de aquella noche jamás desapareció tras verme.

BUENAS NOCHES QUERIDA #1 (Serie Caden)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora