24 - Interpretaciones

25 6 0
                                    

—No me lo puedo creer, ¿en serio tuviste sexo? —preguntó Nolan al entrar a mi oficina. Estaba radiante, no cabía de la sorpresa pero, ¿cómo lo sabía? Se sentó frente a mí apartándome de las manos aquellos documentos del caso: "El Artista Sangriento"—. ¡Anda ya, cuéntame! —Tenía una sonrisa de extremo a extremo. No se podía aguantar las ganas de soltar una que otra chanza.

—¿De qué hablas? —Decidí ignorarlo.

—Vamos, Caden. Sé que lo tuviste, hace falta ver tu cambio de humor... no sé, noto algo diferente. —Se burló.

—¡Ve a trabajar, Nolan! —No encontraba otra forma de echarlo.

—¿Fue con la chica del Starbucks? —Sus sospechas habían acertado.

—¡Ah, cállate!

—De acuerdo, esta noche nos vemos en el bar... Irás, ¿cierto?

Con una sola mirada hice que se retirará, sabía lo que le convenía. Y a decir verdad no obtendría respuesta de mi parte. Ni siquiera si iba a aquel bar como parte de mi coartada de buen compañero. Alguien que gustaba de pasar desapercibido en días como estos, en los que la policía tenía a mis víctimas, en los que una pequeña parte de mí estaba ligada al asesino del año. Sí, definitivamente iría. No sé, tal vez hasta me animaba a llevar a Audrey.

El tiempo se agotaba, y para ser sincero ya había tardado demasiado en encontrar al asesino. Aunque algo era cierto, había estado vigilándome por al menos tres o cuatro meses atrás, de lo contrario no habría obtenido aquellos cuerpos ya sin vida, tuvo que haberse sumergido al mar luego de que yo me hubiera marchado y tuvo que haberlos llevado a algún sitio en el cual pudiera mantenerlos hasta el día de su exposición.

De ser eso posible, debía tratarse de su estudio de arte. ¿Pero dónde? ¿Dónde diantres estaba?

Saqué el móvil y busqué el número de Adryen. El timbre sonó una y dos veces hasta que lo cogió. Esta vez no se le notaba fatigado ni exhausto.

—Nos vemos hoy después de las once de la noche.

—Vamos a... —No terminó la frase a modo de mantener el suspenso, sabía que se trataba de lo que sospechaba—. Sí, claro, ahí te veo —finalizó sin poder contener el entusiasmo ante tal noticia. Asumía que esta sería la noche, la noche en la que llevaría a cabo su segundo asesinato. Uno más elaborado, nada de novatadas. Estaría bajo mi tutela.

Si el artista sangriento seguía vigilándome muy probablemente acudiría al mismo lugar que nosotros o por lo menos estaría cerca, lo que me permitiría estar atento a cualquier anomalía. Esa misma noche debería finalmente poder hacerle frente. La situación me entusiasmaba demasiado que no podía esperar al anochecer.

Me detuve a observar una vez más con detenimiento aquellas fotografías de la escena del crimen. En total diez cuadros, cada uno con ficha técnica.

Las fechas de elaboración ahora tomaban sentido para mí. Cada una de ellas tenía la fecha en la que yo las había asesinado, por tanto, la parte colocada al centro de cada uno de los cuadros pertenecía a la víctima relacionada con la fecha.

BUENAS NOCHES QUERIDA #1 (Serie Caden)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora