Me quedo viendo a Jyaden en el mismo espacio que normalmente yo transito todos los días, de pronto él levanta la mirada y me giro para que él no me vea. Su padre con el director del Colegio comienzan a caminar por los pasillos y él los sigue, si fuera por mí metería mi cabeza dentro del casillero, pero como aquello es físicamente imposible (creo) solo me quedo mirando hacia dentro fingiendo no existir.—¡Hunter! —una vez que pienso que todo marcha bien, cuando Jyaden y su padre ya van a dos metros lejos de mí, el profesor del salón de clases sale del aula y va con el estuche de mis lápices en su mano —Se te han quedado tus cosas en la mesa —Le agradezco al profesor en silencio, pero en el momento que él gritó mi nombre, Jyaden y su Padre me reconocieron.
Para el chico joven pasé como alguien sin importancia por su mirada, pero su padre abre su boca algo sorprendido y con una sonrisa se me acerca a mi casillero.
—¿Hunter?
—El mismo —respondo algo nervioso.
—¿Estudias acá? ¿Este es tu Colegio? —que pregunta más boba, ni que estuviera acá como fantasma o para pasar el día.
—Desde pequeño —digo mientras levanto mis hombros con despreocupación y cierro la puerta de mi casillero.
—Que sorpresa, tal vez puedas lanzarle un ojo a Jyaden para que se comporte bien ¿No? —dice él soltando una pequeña carcajada mientras que su hijo solo rodea sus ojos y me mira desde pies a cabeza de manera juzgante.
—Pues no debería —dice Jyaden algo molesto.
—Señor Beili, ¿Seguimos para mi oficina? Así firmamos los papeles del ingreso de Jyaden.
—Claro —asiente él —Nos vemos luego Hunter.
—Adiós —digo con un susurro. Aquel hombre se le acerca a su hijo, pone la mano sobre su hombro y le da una pequeña sonrisa.
—Ten un buen día —le dice.
—Espero —agrega Jyaden, su padre vuelve al lado del director del Colegio y camina con él por el pasillo, luego el chico joven se me acerca y se me queda mirando —¿Ne...necesitas algo?
—Te vi y de inmediato me llegó a la mente una muy buena idea —dice él mientras sonríe de forma demasiado... ¿Demasiado, qué?, prefiero ni repetir lo que se me acaba de cruzar por la mente.
—¿Qué cosa? —pregunto mientras abrazo mis libretas y mis carpetas.
—Tal vez yo podría llevarte a casa cuando tengas turno y tú me pasas las respuestas en los exámenes ¿No?
—¿Estás en mi grado?
—Estoy en el último —entonces sí, está conmigo en mi clase.
—Lo siento, no hago trampa —presiono mis labios algo incomodo y sin despedirme paso por al lado de Jyaden, él me toma del brazo y se me acerca algo enfadado.
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Debo Salvarte
Teen FictionHunter es uno de los chicos más trabajadores que puedan existir. A sus 17 años ya ha tenido mas de 20 empleos y siempre esta buscando las mejores oportunidades de la vida. Tener un Padre abusivo y ebrio no es para nada lo que Hunter pensó de su juve...