Jyaden se me queda viendo esperando a que yo le dé una respuesta, de pronto escucho ruido en la habitación de mi Padre y me espanto de que este se empiece a levantar.
—Jyaden —digo —Ahora no puedo, lo siento mucho pero...
—No me digas —dice él —Estás estudiando.
—Emm si —digo sintiéndome muy mal por mentirle —Además está mi Padre en casa y no quiero que se enfade conmigo por salir tan tarde de casa.
—¿Está tu Padre? ¿Por qué no me lo presentas?
—Jyaden es en serio ¿Si? Ahora no puedo.
—Bien —dice él asintiendo con resignación pero también con algo de molestia en su tono de voz —Me llamas cuando tengas tiempo para tu novio ¿No? —Jyaden se da media vuelta y empieza a caminar hacia su auto. Aun que estoy muy cansando ya que no fue nada fácil traer a mi Padre casi encima de mí durante más de media hora; rodeo la mirada y salgo de casa para acercarme a Jyaden.
—Hey —le susurro —No te enfades conmigo ¿Si? Lo siento mucho.
—Está bien, Hunter —dice Jyaden pero sé que aún está molesto conmigo —Nos vemos mañana —Jyaden acerca sus labios y me da un beso en la mejilla en el cual no hay sentimiento alguno.
Jya se sube a su auto y desaparece de mi vista, presiono mis puños con mucha rabia por haberlo hecho sentir mal ya que él cree que no acepté salir solamente por haber estado estudiando.
—Ojalá pudiera decirte lo que realmente me sucede —susurro en voz baja mientras me muerdo mi labio inferior y camino de regreso a la entrada de mi casa.
Cierro la puerta con seguro y veo que mi Padre aún sigue durmiendo, el ruido que escuché fue él dándose una vuelta en la cama. Suspiro aliviado ante eso y agotadísimo me acerco a mi cuarto, me lanzo en mi cama e intento descansar, luego recuerdo que ni siquiera le he visto los golpes a Papá, aun que sea un desgraciado conmigo sé que no voy a dormirme hasta al menos limpiarle un poco las heridas.
Me levanto de la cama, busco algunas cosas que necesito y una hora después de haber estado batallando con mi Padre en su habitación, me dejo caer en mi cama nuevamente y me duermo aún sin meterme en las frazadas o sacarme la ropa que llevaba puesta.
Cuando el despertador de mi teléfono empieza a sonar, me levanto sintiendo un peso sobre mis hombros. Froto mis ojos, me doy un largo baño que me hace atrasar y con mi Padre durmiendo aún, salgo de casa y suelto una respiración agotada al pensar que hoy después de clases debo ir hacia la casa de los Beili a trabajar.
Llego al Colegio y camino directo hacia mi salón puesto que ya tengo los libros que necesito para la primera clase, por lo que no tengo que ir al casillero esta mañana. Al ver entrar a la profesora de inglés mi día empeora, resignado solo acepto estos malos tiempos en mi vida los cuales son bastante duraderos ya que nunca puedo pelear contra ellos.
Jyaden es el último en entrar al salón, bajo mi mirada y cuando él se sienta a mi lado lo miro de forma disimulada pero creo que él sigue enfadado por lo de ayer. Lo saludo con un susurro y él me regresa el saludo pero desde allí no hablamos más.
La clase va avanzando y yo trato de poner atención pero Jyaden haciéndole preguntas a la chica sentada al frente de nosotros y ella sonriéndole con demasiada dulzura me desconcentra más de lo que debería. Rodeo mi mirada cuando llego a la conclusión de que al menos hoy no entenderé nada y tendré que matarme estudiando para el examen que tengo el día viernes.
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Debo Salvarte
Teen FictionHunter es uno de los chicos más trabajadores que puedan existir. A sus 17 años ya ha tenido mas de 20 empleos y siempre esta buscando las mejores oportunidades de la vida. Tener un Padre abusivo y ebrio no es para nada lo que Hunter pensó de su juve...