Capítulo 46 - Siguiendo Caminos Nublados

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Semanas Después.

La graduación es una fecha que muchos esperan ansiosos, incluido ya hace quizás algunos meses atrás, nunca pensé que estaría triste.

Tengo tristeza porque el Padre de Jyaden no está acompañándolo en este momento, tengo tristeza porque Vee y su Madre sonríen al ver que Jyaden tiene el mejor promedio del grado pero esa sonrisa no tarda en desaparecer ya que ambas tienen mucho dolor aún dentro. Tengo tristeza porque Alexandre no quiere hacer más amigos y desde ahora quizás esté solo en el Colegio. Tengo dolor por que desde ahora en adelante no sé que voy a hacer con mi vida y se suponía que yo tenía un plan; el cual se fue al carajo.

***

Cuando llegué a casa de Jyaden, siempre le dije que sería solo por un par de días, pero pasaron tantas cosas que al final si me voy de aquí, estaría provocándole un daño a Jyaden. Siento que si no estoy a su lado a la hora de acostarnos, él no duerme. Algunas veces despierta en las noches, le digo que todo está (relativamente) bien, y vuelve a dormir, pero ¿Y si no estoy allí para él? No sé qué pasaría.

Confundido, tomo un gorro gris desde el armario del rubio, saco un abrigo color azul marino y salgo a caminar por el barrio. Está anocheciendo y por alguna razón está nublado, corre un viento horriblemente helado cuando estamos en pleno verano.

Se me congelan los labios, escucho algunas canciones con mis audífonos y me detengo cuando un auto se estaciona frente a mí.

—¿Qué estás haciendo? —me pregunta.

—Salí a caminar un rato.

—¿Vamos a casa?

—... De acuerdo -Tomo asiento en el lugar del copiloto, Jyaden me sonríe de forma pequeña y luego enciende el motor del vehículo —¿De dónde vienes?

—Estaba con los abogados de mi Padre.

—¿Y eso? ¿Por qué?

—Por lo del testamento.

—¿Aún insisten en querer que tengas el cargo? ¿Ya le habías dicho que no, cierto?

—Si, pero sigo en contacto ya que quiero que un proyecto final que tenía mi Padre se cumpla, pero no he logrado que me presten atención.

—Espero que puedas solucionarlo, sería como... como cumplir la última voluntad de tu Padre ¿No? —Jyaden asiente algo inquieto mientras yo me pregunto cuál sería el último proyecto que tenía el Señor Beili en su mente.

Jyaden detiene el auto en el estacionamiento de su casa, me toma de la mano para caminar hacia dentro y me lleva hasta su cuarto.

—¿No vas a tomar algo? ¿Un té? ¿Café?

—Solo quiero recostarme —Lo noto triste, desganado, no sé qué le pasa y tampoco sé cómo ayudarlo, me siento inútil y un fracasado.

—Vale —Llego hasta el cuarto de Jyaden, nos recostamos juntos y siento como él me abraza con tanta fuerza, como si se estuviera aferrando a mí por última vez —¿Sucede alguna cosa?

—No sé qué hacer —susurra él con su mirada húmeda -Si mi Padre quería que yo fuera el siguiente en la empresa, ¿Debería serlo y ya?

—Dejarías de lado todo, Jyaden... la revista del concurso pospuso tu portada para invierno, así tienes tiempo de recuperarte por la pérdida. Sabes que tu sueño es ese, ser modelo, vivir entre desfiles, viajando...

—Contigo a mi lado —dice él sonriendo —Pero... pero quizás eso no sea posible.

—¿Estás realmente pensando en abandonar?

Debo SalvarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora