Razljubit (Flozmin)

-Capítulo 3-

21 de Junio de 2019

Nueva York, Estados Unidos

Allí estaba ella, junto a su diminuto escritorio, una brisa primaveral ingresaba por su ventana, el atardecer había llegado y los pequeños rayos de sol que aún se lograban percibir entraban y alumbraban su piel, su suave y delicada piel en la que todos sus rasgos tomaban un color amarillento a causa del leve destello. Su característico cabello resplandecía como nunca, sus rizos naranjas tenían un brillo especial, la famosa "hora dorada" le sentaba muy bien. A pesar de que ese horario siempre era fuente de inspiración, específicamente ese día Jazmín se encontraba apagada, no se le caía ni una idea y eso la frustraba demasiado. El hecho de trabajar para una revista tan importante como lo era The New Yorker generaba en la pelirroja una gran presión, de la cual ya se había acostumbrado, pero ese día, como muy pocos, todo el cansancio que llevaba encima invadió su cuerpo, de repente sintió como el estrés que aún no se había evidenciado, la atacó por completo.

Ya iban a cumplirse siete años desde el día que recibió aquel correo electrónico, el cual le abrió las puertas a muchos de sus sueños, lo que también causó el abandono de muchos otros.

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Desde que tenía recuerdos, Jazmín se la pasaba dibujando, creando caricaturas, inventándoles diálogos, historias y personajes. Uno de sus pasatiempos preferidos era leer historietas de todo tipo, que le nutrían su mente, la inspiraban a crear cosas maravillosas. Además de la cocina, el dibujo era lo que más le gustaba hacer, se la pasaba horas sentada en su cama, junto con un lápiz y su bitácora, en ella plasmaba todo lo que le llegaba a su mente, a veces, los dibujos que realizaba tenían que ver con ella, con lo que le había pasado en el día, y otros sólo eran producto de su imaginación. Era su escape, dibujando se olvidaba de todos sus pequeños problemas, cuando era una niña y sus papás discutían sin parar, la dulce Jazmín de seis años de edad se encerraba en su habitación, agarraba sus crayones preferidos, una hoja, y comenzaba a dibujar, se pasaba tardes enteras tirada en el suelo, plasmando en colores todo lo que tenía en aquella cabecita, sus manos siempre estaban manchadas, al igual que su ropa y eso le encantaba, solía decir "así la gente sabe que soy una artista", recordaba a su madre retorciéndose de la risa a causa de las ocurrencias de su hija.

Con el pasar de los años, su técnica en el dibujo iba perfeccionando, comenzó a tomar clases que la ayudaban a superar los pequeños obstáculos que se le presentaban a la hora de querer dibujar algo a la perfección, a los quince años decidió comenzar a escribir una historia, algo privado, para ella, su objetivo no era mostrárselo a nadie, no se creía capaz de poder hacer algo grande para que todo el mundo lo leyera, se creía menos que los demás, por lo que solo se limitó a escribir un "comic" en el que básicamente trataba de ella, o más bien, se inspiraba en su historia para crear una nueva.

Básicamente el relato que Jazmín creó a tan corta edad se trababa de una adolescente, como lo era ella, que estaba atravesando los pequeños dilemas que se le presentan a todas las mujercitas de su edad, nada más que en ella siempre fue vivido con una mayor intensidad. Desde muy chica, sus papás eran personas muy exigentes, se esforzaban todos los días para darle a su hija todo lo que necesitaba, sin embargo, solían sobrepasarse, además de hacerla sentir como una princesa, le exigían demasiado. Vivían rodeados de gente llena de dinero, a pesar de que ellos pertenecían a una clase media, el trabajo como escribano de su padre generaba que su entorno esté lleno de gente sumamente importante y poderosa. Tanto su mamá como su papá vivían en una especie de burbuja de la cual no querían salir, trataban todo el tiempo de caerle bien a la sociedad en la que estaban inmersos y eso generaba que Jaz se viera involucrada con toda esa gente. Su madre quería que su pequeña fuera perfecta por lo que siempre la anotaba a millones de actividades, con tan solo quince años de edad, la infancia de Jazmín se había basado en cursos de inglés, francés, italiano, clases de equitación, hockey, patinaje artístico y natación, todo el tiempo sus padres intentaban introducir a su hija a los grupos de adolescentes adinerados con el objetivo de que consiguiera un novio importante con mucho dinero que la pudiera mantener por el resto de su vida, si , ese era el concepto que sus padres tenían de una vida feliz y perfecta.