20 de Junio de 2009
Luego de aquella noche hermosa que habían pasado después de haber ido al cine, ambas se despidieron y siguieron sus caminos.
Al día siguiente, Jazmín y sus papás tuvieron que partir hacia Rosario, donde se encontraba el resto de su familia. Fue un viaje de suma urgencia, ya que sus abuelos cumplían 50 años de casados y festejaban aquel acontecimiento, a su vez, se quedaron diez días en aquella ciudad, vacacionando.
Jazmín decidió abandonar el curso de cocina, había descubierto que su pasión era el dibujo por lo que no veía el sentido de seguir estudiando algo que le gastaba tiempo para invertirlo en lo que en verdad le apasionaba.
Esos diez días sin la pelirroja fueron agonizantes para Florencia, no veía la hora de que volviera para darle un gran abrazo, sentía que una eternidad había pasado.
Su relación quedó inconclusa desde aquella noche, es decir, ambas se sinceraron, la una con la otra, pero a decir verdad, nada era concreto, por lo que Flor deseaba que su amiga... o lo que sea que fuera, volviera, para conversar acerca de lo que había pasado.
Aquella mañana Florencia recibió un mensaje por parte de Jazmín avisándole que esa misma tarde regresaba, sola, sin sus padres, ya que ellos habían decidido quedarse unos días más en Rosario.
Al salir de la academia, la Estrella se fue directamente a la estación para recibirla, llegó aproximadamente una hora antes, por lo que se sentó en un banco apartado de toda la multitud de personas presentes en aquel lugar. Miraba todo con detenimiento, era increíble observar a la gente, los diferentes rostros que se cruzaban, ninguno igual a otro. Siempre que Flor se encontraba en un lugar con muchas personas a su alrededor se detenía a pensarlas, elegía a una mujer o a un hombre al azar e imaginaba su vida, les inventaba un nombre, una familia, si era soltero o casado, si tenía mascotas, cuáles eran sus gustos, sus pasatiempos preferidos, y así se pasaba el resto de la tarde, creándoles la vida ideal.
Sentada en aquella estación, justo en la plataforma en donde se suponía que el colectivo en el que vendría Jazmín estacionaría, no podía dejar de pensar en aquel beso, si, ese beso que tanto esperó, del que tanto temía, su primer beso, con aquella chica. A decir verdad, ella nunca había imaginado ese momento, el instante en el cual, sus labios colisionaran con otros, y a decir verdad, la sorpresa de haber sido con Jazmín le encantó. A pesar de que aun dudaba de su sexualidad, el hecho de haber tenido aquella experiencia le aclaraba un poco, solo un poco sus dudas.
Podría haber seguido pensando en lo que pasó aquella noche, pero justo, el ómnibus llegó y estacionó al frente de sus ojos, la gente comenzó a bajar, pero la pelirroja aún no aparecía. De repente pudo ver a lo lejos aquella figura, al verla bajar, se dio cuenta que la había extrañado más de lo que pensaba, con una sonrisa esperaba a que Jazmín notara de que ahí estaba, el rosto de la pelirroja estaba bastante serio, pero de repente, sus ojos se fijaron en Flor y, desde lejos, se iluminaron, y sus dientes aparecieron formando una gran sonrisa.
Corrió hacia ella, al llegar, su cuerpos se encontraban a una distancia muy reducida, Jazmín, aun con una sonrisa en su boca, miró a Flor unos instantes antes de abrazarla con tanta pasión que casi caen las dos al suelo. Al separarse luego de un rato, tomó su cabeza y puso ambas manos en las mejillas de la Estrella para separarla de ella y observar su cara con detenimiento. Luego, sonrió tranquila.
- Te extrañé- le susurró Flor.
Antes de que Jazmín pudiera reaccionar a lo que le acaba de decir, Flor la atrajo hacia su cuerpo y la besó. Cuando sus labios respondieron a los de ella, ambas sintieron que el universo desaparecía a su alrededor. Mientras los dedos de Jazmín se enredaban en el cabello de Florencia, esta última sintió su aliento en el oído confesándole:
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Razljubit (Flozmin)
FanfictionEl destino les jugó una mala pasada haciendo que se separen, pero una fuerza mayor hará que sus caminos vuelvan a cruzarse.