Capítulo 7

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Miró el anillo que reluciente se lucía en su dedo anular, sonrió nostálgico y tomó un peppero para después comerlo dando inicio a su desayuno, el cuál lastimosamente poco duró debido a los gemelos ruidosos que tenía como hermanos. Y aunque no le importó mucho aquello, anhelaba descansar más tiempo. Todavía seguía cansado, no había dormido bien por el arrebato de su hermana menor. Esa era su razón, no quería ir porque estaba cansado y un viaje de tres horas en auto no le parecía la idea más agradable de "descansar", porque uno, sus hermanos siempre hacían ruido, dos, eran bastante desordenados, tres, eran dos, cuatro, tenía otra hermana renegona, cinco, no le daban espacio, seis, hay muchas más razones que ya no mencionaría. Tosió audiblemente y miró de reojo a sus padres, esperando una reacción preocupada pero no obtuvo lo que deseaba, repitió y nada, casi rodó los ojos pero contuvo su actuación. Debía ponerse mal lo antes posible ¿pero cómo? Sus padres estaban ahí, presentes y viendo sus movimientos. Si se atragantara con hielos no surtiría el efecto de gripe hasta después de muchas horas, frustrado  pensó en una forma de enfermarse instantáneamente.

Segundos después sus pensamientos se revolvieron y fueron convertidos en un rostro bastante conocido para él, su Alfa a.k.a Min Yoongi.

Recordó sus síntomas al estar cerca del Alfa y lo imaginó a su lado, abrazándolo y dedicándole lindas palabras mientras sentía su aliento en su oído.

Y le dio pena que en vez de sentirse enamorado, sintió náuseas. Un escalofrío certero en su espina dorsal lo hizo temblar levemente captando por fin la atención de sus progenitores, los cuales notaron que aquello había sido verdadero, no como la tos mal fingida anterior.

— ¿Pasa algo, cariño?

Jimin asintió casi inmediatamente, obligándose a pensar en Yoongi para poder enfermarse. Y es que era muy penoso para él si quiera pensar aquello. ¿Pensar en alguien podría enfermarte literalmente? ¡Pues sí, Park Jimin lo había descubierto y se sentía un maldito por ello! Frunció el ceño creando y obligando a su mente a crear momentos de la pareja como si hubieran compartido la vida entera, las náuseas incrementaron, su tos volvió y sintió leves mareos a la hora de retirarse de la mesa.

Sus padres ya preocupados por su estado decidieron acudir a su ayuda y lo dejaron en cama, con pastillas y sopa instantánea en el frigorífico.

—Cuídense mucho, los estaré esperando—. Y tosió un poco más antes de que sus progenitores abandonaran la casa por completo junto a sus hermanos.

Sonrió cansado al ver el auto alejarse de la enorme casa, sus ojos pesaban y él se sentía cada vez más pesado por haber soportado tanto tiempo el rechazo de su lobo a los pensamientos de Min. Quiso hablar pero solo soltó un aullido, casi gemido, lastimero y cayó desmayado en medio de la sala de estar.

Y todos pensaban que había salido junto a su familia.

Aunque, bueno, cuando eres un destinado eres la excepción. Su cara se transformó en una preocupada y poco después dejó de hablar con el beta encargado de tramitar los papeles de territorio. Cada dos segundos sentía una opresión en el pecho que, desgraciadamente, lo volvían ansioso cada vez más. Pero no. No podía dejar esa reunión de lado, ya la había postergado bastante por estar pendiente a Jimin, negó con disimulo y volvió a enfrascarse en la conversación, aún con la presión presente en su pecho.

La cual se volvía más pronunciada al pasar el tiempo.

Sin embargo no hizo caso omiso, tal vez era un pendiente que estaba olvidando. Nada importante.

Era un olvidadizo sin remedio, aunque bueno, muchas personas lo eran y entre ellas Taehyung encajaba perfectamente. Era el típico alumno que a última hora recordaba que tenía examen y estudiaba en receso.

¿Él es mi Alfa?[YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora