Capítulo 31

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Yoongi lo supo. Lo entendió todo. Y es que no era tan difícil encontrar las palabras correctas, sólo debía verlo de otra manera.

—¡Es una manada antigua, casi como una leyenda!—. Soltó sorprendido ante la pareja de esposos.

—¿De qué estás hablando? En los libros no hay nada sobre eso.

—Lo está pero debes verlo bien. Miren aquí—. Señaló el lobo que se había formado por las manchas de café—. Dentro del lobo nos habla de una leyenda, una manada que parece resurgir cada mil años, su población existe y tienen un territorio pero su Alfa de Manada solo cada mil años realiza un ritual para conseguir a su Luna, que tiene que ser un omega Puro.

Jin suspiró cansino—. Eso no es más que un cuento, alfa Yoongi. Es imposible que una leyenda así justo nos haya pasado a nosotros y ahora.

—¡Es que es demasiada coincidencia! Dice que si La Luna ya tiene un alfa, va a robársela y declarar una guerra para mostrar su poder. ¿A quién le declararon la guerra? A nosotros ¿a quién le robaron a su futura Luna? A mí. Entonces, tiene sentido.

Namjoon y Seokjin se observaron indecisos, era una posibilidad muy remota pero podría ser real. Podía haberles pasado eso.

—El otro día encontré una carta, decía "pronto". Sabiendo ahora esto, el pronto significaba la guerra. Ya nos la declararon, aún sabiendo que somos fuertes—. Habló Namjoon, encajando todas las piezas sueltas, era lo más acertado.

Yoongi no respondió, siguió leyendo toda la forma del lobo y encontró algo interesante.

—Están ubicados aquí, en Corea. En una zona alejada, sólo que no sé dónde exactamente.

—Averigüemos eso y preparémonos para todo.

—Averigüemos eso y preparémonos para todo

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—¡Jimin, no te vayas! —. Gritó Lisa, sin dejar de sujetar a sus hermanos, que amenazaban con llorar por la situación inesperada.

—Prometieron no lastimarlos si me llevaban, no se preocupen, estaré bien—. Sonrió débilmente, tratando de darle esperanza a sus hermanos, pero sucedió lo contrario.

El hombre lo empujó y cerró la puerta donde se quedaban sus hermanos—. Si me entero que les hicieron algo, voy a matarlos.

—Sí, ojalá puedas—. Se mofó el guardia, antes de empujarlo y conducirlo por un pasillo largo, no encontró más celdas, tampoco ventanas ni nada que le indicara dónde estaba.

Abrió una gran puerta, era tan gruesa y parecía ser tan pesada como una pared de ladrillos. Salieron y Jimin pudo ver la luz después de días de encierro.

Era de día, y aunque no sabía cuánto tiempo había estado encerrado ahí, esperaba que no mucho. A empujones se dejó guiar por los hombres desconocidos, eran fornidos y con una cara amenazante. Pero él no tenía miedo.

¿Él es mi Alfa?[YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora