Capítulo 11

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Corría y corría por el frondoso bosque en sus cuatro patas pero no tenía la más mínima idea de dónde estaba yendo, solo sabía que debía huir y no regresar por ningún motivo. Su respiración estaba entrecortada por el esfuerzo, a cada paso que daba sentía que no podía más ¿por qué se esmeraba tanto en huir? ¿Estaba tratando de salvarse para llegar a dónde?¿o con quién?

Comenzaba a hacerse demasiadas preguntas a la vez que sabía que no podría contestar, solo sabía que tenía ese sentimiento de pánico y terror combinado con adrenalina por ser perseguido pero también esperanza, esperanza en que alguien llegue a ayudarlo y pueda volver a salvo.

¿Pero a dónde?

Su miedo aumentó cuando sintió al dominante Alfa acelerar su paso logrando pisarle los talones. Más nervioso que antes intentó también subir el ritmo a sus patas pero le fue casi imposible. ¿Por qué no prestó atención a sus padres cuándo querían enseñarle como usar su agilidad de la mejor forma? Sentía que ya no podía más, sus patas ya comenzaban a arder por correr por el bosque sin cuidado alguno. Quiso saltar contra un árbol y cambiar de dirección pero cuando saltaba hacia él fue derribado por el lobo feroz que lo acorraló en el suelo.

"Morirás, Park Jimin. No debiste haberte negado a nosotros". Su voz era casi macabra para Jimin, como si tuviera mil demonios dentro y todos hablaran al mismo tiempo. Algo totalmente espeluznante y antinatural para su raza.

"N-nunca sería parte de gente tan enferma como lo son ustedes" Jimin trataba de recobrar el aliento fallando reiteradas veces, sabía que era su final, no había nadie cerca y estaban en su territorio. En el territorio del Alfa.

"Él no llegará, te espera una cita en el infierno, Park Jimin". Y pronto, su vista se nubló, su corazón latía desenfrenado y lo último que vio fue como el gran lobo marrón devoraba sin piedad alguna su cuello y lo rompía matándolo inmediatamente.

"Adiós, Jimin".

Abrió los ojos asustado encontrándose con su hermana menor mirándolo preocupada, él se incorporó y notó que Lalisa tenía un vaso de agua en la mano dispuesta a dárselo. Su mano tembló al agarrar el vaso y por poco se cae sino hubiera sido por los reflejos Alfa de su hermana. Preocupada intentó hablarle pero nada, Jimin parecía absorto del mundo real, cómo si siguiera entre sueños. Preocupada lo sacudió y le pegó una cachetada que, para su suerte y alivio, logró despertar al omega que ahora la miraba enojado.

—¿Por qué me pegas, alfa idiota? —. Un irritado Jimin frotó su mejilla con dolor mientras miraba con molestia a su hermana menor—. No debes levantarle la mano a ningún omega ¿sabías, no?

—Lo sé, pero estabas como en shock y hace rato estoy intentando levantarte, baboso. Vamos a desayunar—. Lalisa se levantó y dejó solo a Park, quien después de frotarse la cara sin cuidado alguno se levantó con dolor. Sí, dolor. Los moretones seguían presentes en su cuerpo y le dolía caminar. "Si a mí me dejó así ¿habrá dejado paralítica a la puta esa?" Pensó con frustración.

Se bañó e hizo lo requerido antes de salir y cambiarse con un sueter tejido de color beige grande, unos jeans negros pegados con las rodillas rasgadas junto a unos botines del mismo color oscuro. Peinó su cabello húmedo y tras ponerse colonia bajó tratando de hacer formar una sonrisa  que mostró al llegar a la planta baja.

—¡Oh, Minie! Te ves muy bien hoy, hijo. Siéntate, vamos a comer ya—. Habló Seokjin con un tono amoroso y mimoso hacia su hijo mayor, el cual estaba demás decir que estaba deprimido.

—Buenos días a todos...

Se sentía cansado a pesar de recién haber despertado y su cuerpo se sentía enfermo, sin apetito y pesado. Frotó levemente sus ojos tratando de quitar el repentino sueño que le había dado, sin embargo, no logró nada más que enrojecerlo.

¿Él es mi Alfa?[YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora