𝐋𝐮𝐳𝐛𝐞𝐥»𝐋𝐒

La verdad de Luzbel

[La verdad no mancha los labios de quien a dice, sino la conciencia de quien la oculta

                                                                Desconocido.]

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Aquella noche Harry recordó sus días antes del libro, recordó cada una de sus clases, cada palabra de Liam para calmar sus pensamientos pesimistas, cada hora invertida en arreglar una silla que se había roto.

Miró de nuevo aquella ventana que desde hace días se había mantenido abierta a petición del ser ojiazul que se posaba en el marco de esta, siempre mirando hacia la luna sin perderle de vista, "¿Qué es en lo que piensa tanto?" ,cerró los ojos llevándose el último pensamiento de ese día, yéndose directamente hacia el mundo donde los sueños reinan, donde él podía ser e irse a donde quisiese, porque a pesar que le tenía cariño a sus compañeros del orfanato deseaba irse de aquel lugar, no estaba seguro a donde pero sabía con quién y precisamente entre aquel sueño un par de ojos azules lo miraban desde una puerta café, aquel hombre poseedor de imponente mirada sostenía en sus manos el libro y a pesar que aquel hombre no se movía o le hablara , Harry sabía qué significaba aquello, se había aprendido cada pose de Louis, había contemplado tantas veces aquella manera en la que el cabello de Louis se acomodaba, tenía tantas ganas de tocarlo, de acercarse y así lo hizo pero extrañamente cada vez que él intentaba acercarse Louis se alejaba, el terror lo lleno, no deseaba alejarse de Louis, no ahora que se sentía pleno y completo. Harry siguió corriendo tratando de alcanzar al de azul mirar, sentía que el tiempo pasaba lento, como una tortura, de un momento a otro sintió un pequeño dolor en un costado de su torso, al ver por un instante donde provenía aquel dolor, noto que había una especie de flecha pero aquello no lo detuvo, solo quería alcanzar a quien era su compañero de vida, pero cuando devolvió la mirada al frente, Louis ya no estaba, en su lugar había una silueta negra, no parecía ser de un hombre si no de una mujer, quiso parar por un instante y buscar al dueño de sus pensamientos, pero ya no podía y cuando estaba a nada de llegar fue cuando despertó de golpe.

Abrió los ojos encontrándose con el techo azulado, sintió un escalofrío llenarlo de un instante a otro, estaba confundido por el reciente sueño, quiso levantarse rápido pero el cuerpo aún adormecido se lo prohibía. Hizo su mayor esfuerzo para sentarse de nuevo en su cama y al hacerlo un ligero mareo se hizo presente, su vista viajó a la ventana, esta se encontraba vacía, no estaba Louis y aquello le plantaron dudas junto con el temor de perderlo, miro el pequeño reloj que se alojaba en su mesa ratonera, "4:30 a. m." alcanzo a leer y solo una pregunta lo atormentaba en ese instante "¿Dónde estaba Louis?"

(...........)

5 días después.

—Entonces si queremos llegar al número absoluto tenemos.....—la clase paro en ese momento, la maestra paro de hablar y con extrañeza miró a su estudiante más dedicado en su lugar, todos en el aula dirigieron su atención hacia el joven de rizos—Harry cariño...—el nombrado dio un respingo en su asiento, mirando asustado a la profesora—no te ves bien, ¿Por qué no vas a la enfermería?

Harry no entendió ni la mitad de lo que su profesora dijo, solo asintió tomando sus cosas y caminando muy despacio hacia la salida, sin prestar atención hacia sus compañeros o siquiera tomarles importancia.

Al salir el aire fresco lo recibió, sintió un ligero desequilibrio pero no se detuvo, siempre había dicho que tenía buen equilibrio y que podría considerarlo tener buena estabilidad pero en ese momento quería estar en su habitación, recostarse en su cama y tal vez esperar a la criatura que se había apoderado de todo su ser –claro si esta no había llegado antes-, divisó a lo lejos el largo pasillo que daba hacia las habitaciones de los huérfanos, pero a pesar que su ser quería seguir adelante su cuerpo ya no daba para más. Dejó su cuerpo caer en el piso, sintiendo un alivio y sueño al instante, pero no durmiendo del todo, estando aún consciente.