𝐋𝐮𝐳𝐛𝐞𝐥»𝐋𝐒

Trato

["Te amo sin pensar, y es que el pensar me haría odiarte...." Frida Kahlo]

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Un quejido ahogado provino del menor, ¿Louis lo lastimaría?, ¿Cómo supo que vio a alguien hoy?, ¿acaso lo había espiado?, no podía preguntarle algo ahora, no cuando sentía el agarre cerrarse un poco cada vez más y con las emociones a flor de piel.

—Me estas lastimando—se escuchó aquella queja en la apacible habitación, pero como había previsto Louis no hizo caso de aquello—Louis en verdad no puedo respirar.

Entonces el agarre en su cuello se cerró más, como si aquello fuese posible paso. Al instante Harry intentó liberarse, sabía que su fuerza no se comparaba con Louis, no solo por ser un demonio - a pesar que eso le llevaba gran ventaja- sino porque Louis era mucho más alto y fornido que Harry. Con su mano libre arañó la de Louis, intentando darle molestia y más,eso era un reflejo de supervivencia, intento patalear, incluso avanzar pero todo parecía nulo. Pero frente a todo pronóstico aquel agarre se soltó, casi pareciese que no estuviera pero lo estaba, entre la tos desenfrenada por intentar exhalar aire y el mareo aun podía sentir el tacto de Louis en su cuello, ¿o acaso era solo su imaginación?, se tambaleo hasta caer de rodillas al suelo, dejando salir pequeñas y apenas visibles lágrimas.

—No tienes por qué llorar mocoso—alzó la vista ante las palabras sin embargo aunque no podía verlo sabía que estaba ahí. —Esto tú lo causaste.

— ¿Qué...? —dijo crédulo.

—Lo que oíste ¿o es acaso que los huérfanos tienen un síndrome que los hacen sordos y que desarrollan al tocar un orfanato? —aquello le había dolido, busco en toda la habitación pero no había dueño alguno, se quedó dolido ante las palabras con veneno que salían sin filtro de los labios de Louis.

—No estamos sordos—se defendió inútilmente, pues aunque tratase de sonar seguro, su voz lo delataba.

—No sordos pero sí, inútiles—bramo. —No pueden cuidarse por sí mismos y después lloran porque o los violan o los golpean, ustedes mismos se lo buscan.

— ¡Ya basta! —grito molesto. —No somos nada de eso, deja de decir esas cosas.

—Bien ricitos, pongamos a prueba tu capacidad. —Harry miró la pared de su habitación, miro como la figura de un hombre se formaba y como de un momento a otro Louis estaba frente a él— ¿De quién es el olor diferente? —Harry no comprendía la pregunta, al entrar a su habitación estaba seguro que todo estaba como siempre, el olor a hierbabuena acompañaba a su cama y el olor de Louis seguía ahí—No me refiero a la habitación Harold—Louis elevo su mano mostrando el suéter que Harry llevaba puesto ese día—Tu prenda, tiene un olor que no es tuyo—dejó caer el suéter al suelo—No es de Liam—avanzó un paso—No es de Rosalía—dio otro—Tampoco de Niall—avanzo otro quedando apenas escaso espacio entre ello—Ni mucho menos mío. —Harry lo miraba absurdo, ¿Louis había olido a Alex?, ¿Cómo? —Contéstame si no quieres que te lo saque a golpes... o peor.

Ninguno de los dos apartaba la mirada, ambos se veían fijos, Harry no quería apartar la vista por miedo, miedo a que Louis si lo matara esta vez, mientras que Louis no dejaba de ver a Harry porque quería respuestas, respuestas que ya sabía, pero había una parte de él que no estaba controlando muy bien, el odio que normalmente daría hacia la nada misma y que sus pensamientos consumían esta vez estaba desbocado y más que su naturaleza de demonio, su sentimiento estaba hablando.

Por un instante Harry pensó en rezar, le pareció buena idea en los 2 segundos que lo pensó, pero su lado culpable le recordó que estaba casado con un demonio y que aquello tal vez no le serviría de nada, en ese momento un frío sudor lo lleno, no había pensado hasta hoy lo que tal vez si sus conocidos supieran la historia ya sabían que Harry estaba solo, esta vez su ángel de la guarda no llegaría para salvarle la vida, rezar no alejaría al demonio que se sienta enseguida de su cama y por supuesto el agua bendita que descansaba en su cabecera no haría más que molestar más al ser sobrenatural. Entonces entre el temor y la realidad un deje de valentía se instaló en él y dispuesto a ganar su batalla interna con el miedo dijo: