𝐋𝐮𝐳𝐛𝐞𝐥»𝐋𝐒

Mittel

"Nadie me dijo que habría días como estos, días extraños sin duda...... John Lennon"
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Los ojos de Harry se iluminaron ante la petición, había soñado despierto demasiadas veces un momento así, donde pudiera conocer mejor al demonio, donde este mismo quisiera hablar y no lo evadiera como era su costumbre. Asintió repetidas veces, tomó asiento en su cama mirando fijamente al ser frente a sus ojos, sus labios picaban por las ansias de comenzar hablar, comenzar con las preguntas que le carcomían desde el día que supo que estarían juntos por siempre.

—Harry, dime ¿alguna vez has hecho algo malo? —el nombrado negó, Louis hizo un mohín y lanzó el libro a alguna parte de la habitación, todo aquello le parecía simple e inútil— ¿alguna vez quisiste hacer algo parecido? —el rizado lo pensó por algún momento y después volvió a negar, aquello no tenía caso, no podía intuir al muchacho a ser malo ni tampoco había rastros que él lo haya sido alguna vez, entonces Louis le presto más atención al muchacho, en la ceja había puntadas, tenía una venda en su cabeza y debajo de su camiseta pareciera haber algo más entonces siguió indagando. —Parece que estuviste en una pelea hoy, también parece que el que te golpeo quedo mucho mejor, yo diría intacto.

—No fue una pelea... bueno no lose. —Harry dudo al final pues no sabía si su acto heroico se consideraba como pelea o no.

Por su parte Louis alzó una ceja y sonrió con la malicia con la que le fue otorgada el día que se convirtió en lo que era hoy.

— ¿me estas mintiendo acaso?, mentir es un pecado Harry y yo sé que tú sabes qué pasa si se comete un pecado.

Harry se paralizó.

Louis sonrió.

—Es que no lo se, mis compañeros de clase me golpearon con piedras, ellos mataron a una mamá gata y...

—Eso no era de tu incumbencia, de verdad que los humanos son estúpidos—Louis bufó ante la información.

—Iban a matar al bebé de la gata Louis, él o ella no tenía por qué morir, yo lo salvé—sonrió ante el recuerdo—cada golpe valió la pena, él o ella está bien...

—Y dime ¿el gato te agradeció?, ¿mágicamente te concederá un deseo por tu buena acción? —las palabras de Louis salían con molestia y veneno, como si Harry no importara en lo más mínimo.

—No...

—Entonces no veo el beneficio del porqué hacerlo. —escupió Louis sin temor ni tacto.

Harry por su parte solo asintió, sin muchos ánimos de seguir hablando se levantó de su cama y miró por última vez a Louis que seguía en su ventana sin hacer el más mínimo esfuerzo por decirle que no se fuera, que se quedara, que aún quería hablar con él, pero nada de eso ocurrió y el corazón se Harry se estrujo una vez más. Salió de la habitación sin hacer ruido, sin decir nada más.

(....)

Regreso al parque donde lo habían golpeado, donde lo habían lastimado para ver si la madre del animalito que salvo aún estaba ahí. Sabía que algún trabajador del parque la metería a una bolsa de basura y la tiraría en alguna parte y Harry no quería eso, quería darle un pequeño funeral y es lo que haría.

— ¿tan tarde en la noche pequeño? —el miedo lo invadió por completo, una cálida voz se había filtrado entre la tranquilidad de la noche y el ruido que hacían sus zapatos al caminar, temeroso decidió voltear a ver al dueño de aquella voz, pero simplemente todo su cuerpo se negaba hacerlo—Tranquilo, no te lastimare si eso piensas.

Aquello que Harry pensaba muy lejano en su mente ocurrió, de nuevo se sentía bien y seguro pero aun sin entender el porqué. Entonces se giró, encontrándose con un hombre de piel morena y ojos color miel, como si fuera un ángel como Gabriel o un hombre adinerado paseando, entonces el hombre frente a él rio.