5.

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Me he pasado la noche pegada a la taza del váter. Ayer al llegar a casa me preparé una ensalada de atún y me ha sentado tan mal que creo que no voy a comer nunca más. No puedo ir a trabajar en estas condiciones, así me veo obligada a mandarle un mensaje a mi jefa explicándole mis problemas.

He estado recuperando las horas perdidas sentada en el suelo del baño durante prácticamente toda la mañana hasta que me ha llamado Àlex a la hora de comer.

- ¿Si?

- ...

- ¿Àlex?

- Gigi, ¿cómo estás?

- Mejor, creo que ya no me queda nada más que echar por la boca...

- ¿Significa eso que puedes recibir visitas esta tarde?

- ¡Por favor!

- Nos vemos luego entonces, creo que tienes cosas que contarme.

Me paso la tarde viendo películas que tenía pendientes y esperando a que Àlex llame al timbre. Cuando por fin llega son las seis y media de la tarde.

- Hola Giselle - saluda cuando le abro la puerta.

- No me llames así, ya sabes que lo odio...

- Te he traído un zumo de esa tienda de la esquina, seguro que te irá bien...

- ¡Oh, gracias! Eres un amor... - digo aceptando su regalo. - ¿Qué tal el ensayo de hoy?

- Genial, si todo va bien el jueves ya habremos acabado.

- ¿El jueves? - me sorprendo.

- Si - afirma sentándose en el sofá. - Creo que Elisa ha comentado algo de salir todos juntos esa noche para celebrarlo.

- Debo admitir que de vez en cuando tiene buenas ideas - vacilo sentándome a su lado.

- Y... - empieza - ¿vas a contarme qué pasó ayer?

- Nada especial, solo estuvimos hablando en la cafetería mientras nos tomábamos unas cervezas y algún que otro chupito de vodka...

- ¿Vodka?¿De dónde lo sacasteis?

- El que hay en la nevera del plató...

- ¿Te bebiste ese vodka?

- Si, y Timothée también bebió... ¿por?

- ¿Y aún te preguntas qué fue lo que te ha sentado mal? - se ríe. - ¡Eso debe llevar ahí años!

- No creo, ¿no?

- Con razón tenía Tim esa cara de muerto - no puede dejar de reírse.

- ¡¡Dios Santo!! Puedes parar de reírte - le grito a la vez que le doy leves puñetazos en el brazo.

- Para, para, que me vas a hacer daño... - suplica.

- Pobre, ha sido culpa mía. ¿Cómo voy a ser capaz de ir mañana al rodaje y mirarle a los ojos sabiendo lo que le he hecho?

- Eres lo peor - me importuna.

- Y tú un idiota.

- Qué no ¡Qué es broma! - suelta de golpe. - Little Timmy está bien...

- ¿¡Qué!? ¡¡Eres un cabrón!! ¿¡Porque me haces esto!?

Mi amigo no puede dejar de reírse mientras yo no dejo de pegarle una y otra vez... Estoy muy cabreada con él, no soporto que haga este tipo de bromas.

Decisive project.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora