- Hola Timothée.
- ¿Gigi?Aún lleva el pelo mojado, además de unos pantalones de chándal que dejan poco a la imaginación.
- Bueno, será mejor que me vaya - admite Nicole cogiendo su bolso. - Ha sido un placer hablar contigo, Gigi. Espero verte pronto.
- Igualmente señora Flender - me despido de ella con un abrazo.
- No la cagues - escucho que le susurra Nicole a su hijo antes de marcharse.En cuanto se cierra la puerta reina el silencio.
- ¿Qué haces aquí?
- Ahora vivo aquí.
- ¿Cómo? - pregunta asombrado.
- Llegué la semana pasada. Olivia me ofreció un puesto de trabajo en Nueva York, y lo acepté.
- ¿Por eso te pidió que volvieras antes de Francia?Asiento.
Timothée está alterado, no ha parado quieto desde que su madre se ha ido del apartamento. Yo en cambio me limito a seguirle con la mirada. Soy incapaz de moverme de delante del sofá.
- Volví a por tí, ¿sabes? - explica. - Me fuí de la fiesta poco después de que te marcharas tu, pero llegué tarde. Para cuando entré en la habitación ya te habías ido. Me pasé la noche llamándote pero no me respondiste ninguna de las llamadas...
- Lo siento, de verdad. Mi teléfono murió y yo...
- No he terminado - sigue.Vaya, parece ser que se ha tomado mi crítica al pie de la letra.
- Ni siquiera me has devuelto ninguno de los mensajes. Por no decirte que fue David quien me informó de tu nuevo número de teléfono - resopla. - Y luego resulta que el insensible soy yo...
- Perdóname, por favor - consigo decir al fin. - Mi móvil se apagó en medio de la noche, no había manera de volver a encenderlo y para cuando conseguí uno nuevo no tuve tiempo de llamarte. Estuve arriba y abajo una semana, arreglando papeles para poder venir aquí... Fue todo muy precipitado...
- Ya veo...
- Desde que he llegado aquí tampoco he tenido tiempo para nada. Me está costando la vida adaptarme a mi nuevo trabajo, odio mi apartamento, no conozco a nadie, echo de menos a mi familia y a mis amigos,... odio todo esto! - Siento como mi voz se rompe al pronunciar esas últimas palabras.
- Eh, tranquila... - murmura Chalamet en un intento de reconfortarme.
- En cuánto he leído el mensaje de David, diciendo que ya estábais todos en casa, he venido hasta aquí. No sabía si querías verme, pero tenía que arriesgarme, Timothée. Te necesito.No sé si han sido mis disculpas, mis últimas palabras o el discurso en general pero de golpe ha dejado de corretear por el pequeño comedor, ahora viene directo hacia mí.
- Te he echado de menos - reconoce con un íntimo suspiro.
Su confesión provoca que las lágrimas empiecen a deslizarse por mis mejillas. Son lágrimas de felicidad, me alegra saber que no soy la única que lo ha pasado mal estas últimas semanas; pero también son lágrimas de angustia. Lo que debía ser una gran experiencia está resultando ser una gran mierda.
- Por favor, no hagas eso nunca más. No vuelvas a irte como te fuiste esa noche - pide.
- ¿Y qué querías que hiciese? Estaba enfadada, parecía que todo lo que estaba diciendo no fuera de tu incumbencia.
- Lo sé, y lo siento. Admito que debería haber reaccionado de otro modo.De repente, Chalamet, sin dejar que pueda rebatir nada más al respeto coloca sus labios sobre los míos y empieza a besarme, suavemente, casi a cámara lenta. Siento sus dedos subiendo por mi nuca y cómo poco a poco se enredan en mi cabello. Noto cómo se me entrecorta la respiración al sentir de nuevo su cuerpo junto al mío. Extrañaba su aroma.
Creía que no iba a verle nunca más, y ahora ni siquiera soy capaz de separarme de él.
- Yo también te he echado de menos - consigo pronunciar en un intento para recuperar el aliento.
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Decisive project.
Fanfiction'Decisive project' cuenta la historia de Gigi, una empleada de una pequeña productora de Barcelona. Hace unas semanas recibieron el fragmento de una película con la que pueden ganar popularidad en la industria. Desde entonces, los rumores acerca de...