Por un tiempo tuvo que quedarse en el hospital, y por ese tiempo su vida fue mucho más agitada de lo que esperaba o deseaba.
Entre la denuncia que deicidio llevar a cabo contra su novio (con lo cuál obtuvo por suerte una orden de restricción por violencia en el hogar); el enorme revuelo que causo el hijo de puta de su ex por el tema de la ruptura, y queriendo pasar constantemente siendo siempre detenido por seguridad y la policía; el tema de volver a ver a sus padres, hablarles y contarles todo lo que pasó para acabar en el hospital por un intento de suicidio; el tener que asistir con ellos a terapia familiar; la psiquiatra que debía hacer algo con respecto a sus medicamentos; la mudanza de la casa de Jeremy a lo de sus padres.
Todo aquello se estaba volviendo un mar agotador que lo hacían dormir pesadamente por las noches, y el único alivio que tenía ademas de los medicamentos, eran su nueva psiquiatra y su mejor amigo...Por una vez en años, por más agitado y cansador que fuera todo en ese momento, las cosas marchaban bien.
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Lo bueno es que habían pasado ya unos meses.
Se había mudado con sus padres y desde hacía un tiempo no tenía noticias de Jeremy Thompson o sus estúpidos padres que intentaron a capa y espada defender lo indefendible. Ese malnacido estaba obligado a mantenerse alejado de él, y claro, el latino había preferido cambiarse de escuela a una más lejana con la ayuda de sus progenitores con la idea de empezar desde cero; su psiquiatra lo había derivado con una psicóloga y sus padres estaban llevando un registro de su consumo diario de pastillas por si acaso; los mayores ya no peleaban tanto entre ellos ni eran tan problemáticos con él como lo habían sido en un principio; y para rematar las cosas con Nikolai eran increíbles.
Se habían convertido en amigos muy cercanos, ambos conocían a los padres del otro (y a los padres del ruso les agradaba enormemente ver que el chico que su hijo tanto visitaba estaba bien por fin, y más aún les agradaba su forma de ser por lo que era siempre bienvenido allí), había hecho algunos amigos en común de "la pandilla de idiotas" que su mejor migo le había presentado animado; y también había hecho algunos conocidos en la escuela; ya no le importaba haberse retrasado un año y poco a poco su vida mejoraba.
Él tenía esperanzas, tenía ganas de vivir y hacer algo con su vida. Después de años y años, Daniel Morales deseaba por primera vez vivir como nunca y disfrutar de ello.
[ . . . ]
Esa tarde, luego de un almuerzo con sus padres busco sus mejores jeans.
Su madre le había lavado los negros y rasgados que se había comprado hace poco por darse un pequeño capricho, y no dudo en probárselos frente al espejo de cuerpo entero de su antiguo y original cuarto, asintiendo satisfecho.
Su cuerpo ya no tenía moretones o marcas, pero si cicatrices, tenía pequeñas y variadas cicatrices, y aunque le resultaba algo trágico ver la enorme herida que le había quedado en el antebrazo y la muñeca por culpa de su intento, solo se aplico algo más de ungüento cicatrizante antes de vendarla para no manchar la ropa. Se puso la playera oscura con temática de Edgar Allan Poe que su mejor amigo le había regalado como felicitación por sus enormes avances psicológicos, y se acomode un poco el cabello sonriendo satisfecho ante la imagen de si mismo. Y tomando el móvil junto con un poco de dinero, bajó apresuradamente por las escaleras de la casa de los mayores con una radiante expresión en el rostro.— ¡Saldré al centro con Nikolai! —aviso mientras tomaba sus llave para salir.
— No llegues tarde —avisó su padre sin mucho interés desde la cocina.
Pero a él no le importó que su padre fingiera el interés por su bien (aunque no lo sintiera realmente), él iba a salir con su mejor amigo, el chico malo más cool del mundo y como siempre sabía que se lo pasaría bien. Eso mantenía su animo alto.
Grito que no lo haría y salió de la casa cerrando con llave detrás de si antes de guardar las mismas en el bolsillo para empezar a caminar hasta la estación de metro que quedaba cerca de su casa, luego de eso tomaría un bus y ¡Voila! (o ¡Gotovo! como hubiera dicho Neeks) ¡Llegaría en un santiamén!.No podía evitar sentirse emocionado, y luego de subirse al subterráneo, logrando tomar un asiento vacío antes de que se lo robaran, se pasó el recorrido que tuvo bajo tierra y en micro hablando entretenido por mensajes con el chico que vería esa tarde, mientras, música baja sonaba por sus auriculares en ese momento.
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Save me... [TERMINADA]
Teen FictionDaniel Morales se supone que es un chico normal de dieciséis años; sus padres se mudaron desde Argentina a Estados Unidos cuando él era pequeño, pero aun así lo latino corría en sus venas y se reflejaba en él varias veces. Pero el problema estaba en...