Save me... [TERMINADA]

-03-

La verdad es que ese chico, a pesar de su apariencia, era bastante agradable y para nada un bravucón como lo esperaba. 

Y lo bueno fue que lo ayudo a entender perfectamente todo lo que antes le parecían molestos jeroglíficos indescifrables para un examen. Sin embargo eso no podía durar para siempre.
Por la hora, Daniel tuvo que juntar sus cosas y despedirse para volver antes de que su novio se rabiara porque no estaba ahí como un buen perro, es decir novio.

  — Por cierto, no me presenté —dijo al final el chico con una sonrisa en los labios tendiéndote la mano—, Soy Nikolai Návekrov. 

  — Daniel Morales —se presentó el menor, estrechando gustoso la mano del chico mientras se acomodaba la mochila sobre el hombro—. ¡Ah! y muchas gracias por toda la ayuda, me salvaste de reprobar en grande.

  — Fue un placer ayudar a un fan del tío Rick —dijo divertido el contrario antes de acomodarse la chaqueta tomando la mochila para colgársela en un hombro—, suelo estar aquí algunas veces leyendo, ya sabes, por si necesitas más ayuda con tus clases.  

  — Lo tendré en cuenta. Gracias Nikolai —contestó el moreno ya listo, con una pequeña sonrisa tímida.

  — Mis amigos me dicen Neeks —dijo encogiéndose de hombros.

  — Gracias... Neeks~.

Y luego de despedirse, Daniel tuvo que casi correr, disimulando su estado animado para no levantar sospechas, llegando luego de unos cuantos minutos al campo de practicas. Por suerte nada parecía fuera de lo normal.
Su novio estaba en los descansos charlando con algunos otros del equipo, bastante transpirado y con su corto cabello húmedo, la remera de los tigres que tenía estaba empapada de sudor; sin embargo mientras se acercaba con la mochila en un hombro y dedicándole una mueca fingidamente cariñosa a su pareja, notó que éste rapidamente fruncía el ceño, y casi preció que sus ojos celestes se tornaron más turbios y oscuros.

  — Lamento tardar cariño, pero no podía resolver los ejercicios.

  — Fueron más de dos putas horas las que tuviste —dijo levantándose y avanzando hacía él molesto— ¿Estabas en la biblioteca o moviendo el culo eh putita?  

  — Jeremy estuve estudiando —dijo el menor haciéndote hacía atrás un paso. 

Primer error. Con rapidez el jugador estrella lo tomó fuertemente de la muñeca atrayendolo hacía su cuerpo apretando de forma algo dolorosa.

  — ¿Tanto estudiabas niñito aplicado? —dijo burlonamente de forma casi sarcástica— ¿Con quién estabas?

  — E-estaba estudiando, tengo un examen de matemáticas mañana —se defendió con algo de temor—, m-me estas haciendo daño la muñeca.

Pero en vez de soltarlo, Jerry fue sádico, y apretó aún más logrando que sus nudillos empezaran a blanquearse mientras clavaba sus oscuras orbes celestes en los iris ámbar aterrados de su novio.

  — Jer. Ya déjalo —dijo finalmente uno de los chicos girando la vista con incomodidad—, solo arreglenlo en casa.  

Y finalmente él lo soltó.

  — Tienes razón Andrew, lo arreglare en casa —concluyo suspirando pesadamente.

La amenaza hizo que le erizara parte del cabello de la nuca porque sabía que significaba "arreglarlo en casa"... Significaba una paliza o peor.
Y mientras veía a los grandes chicos ir de nuevo hacía la cancha a jugar, lo único que pudo hacer fue sentarse en una de las gradas y abrir sus libros de matemáticas rogando a dios que por favor su novio no lo golpeara muy bestia.
Pero sin importar cuanto intentara estudiar del libro, al final solo podía pensar en el agradable chico de la biblioteca y su platica no muy larga sobre la saga de libros. Eso en parte le resultaba aliviante... Algo al fin se sentía bien.

Tuvo la desdicha de que las practicas tampoco duraran eternamente. Apenas su novio acabo de salir de las duchas, despedirse de sus amigos y tirarle algún que otro piropo a las porristas que pasaban por ahí; lo tomó de la muñeca con fuerza para llevarlo al auto con él (casi de manera forzada). Daniel entró de un empujón alcanzando por los pelos a mover el pie antes de que se lo agarra con el portazo de su pareja, y de sentarse bien en lo que el contrario subía molesto arrancando el auto, yendo más rápido de lo debido hacía la casa.

  — No creas que me trague ese estúpido cuentito de que solo estudiabas —dijo con molestia mientras conducía.

  — De verdad estaba estudiando -... —intento defenderse Daniel. 

Pero su pareja lo cortó en seco.

  — ¡No me mientas en la puta cara! —grito molesto dándole un golpe al volante logrando asustar al menor, quién no pudo evitar apretar su mochila del susto—. ¿¡Crees que soy idiota!? 

  — ¡N-no pero-...! 

Y de nuevo Jeremy lo cortó sin importarle lo que fura a decir.

  —  ¡CIERRA LA BOCA! —gritó frenando de golpe casi antes de volver a arrancar llegando a la casa—. Cierra la puta boca y bájate ahora.

Daniel tuvo que callarse con la cabeza baja y el miedo latente tomando su mochila, bajando temerosamente del coche. Vio al rubio abrir la puerta de la casa señalandole el interior por lo que pasó, y empujón lo hizo entrar más rápido antes de oír la puerta cerrarse con fuerza y el sonido de las llaves en el cerrojo.

La pesadilla empezaba...