De repente la mano del deportista impactó en su cara logrando que girara el rostro, tomándose la mejilla rojiza por el golpe.
— ¡No vuelvas a mentirme! —dijo molesto avanzando hacía el y tomándole con brusquedad el brazo— ¡Te dejare en claro que eres solo mio PUTA!
Y el latino supo perfectamente que era lo que esperaba...
Intento resistirse y pedirle que lo soltara, pero su mochila acabo cayendo al piso y su cuerpo fue levantado con facilidad del piso para luego ser echado en la cama sin cuidado.
— ¡Jeremy no por favor! —pidió buscando salirse de la cama. Pero de nuevo el mayor pudo más que él.
— ¡Cállate o juro que de verdad va a dolerte! —amenazó jalandole el tobillo para hacerlo caer de nuevo en su colchón.
Sin delicadeza empezó a tirarle la ropa buscando quitársela y golpeándolo cada tanto para que se dejara, mientras el chico solo tiraba en la dirección contraria intentando permanecer vestido. De todas formas su pareja era dos años mayor que él, más corpulento por el deporte que practicaba, más fuerte por tanto ejercicio diario, y por ende su ropa acabo siendo retirada a la fuerza sin importar si quedaba rota o sana.
— ¡Quédate quieto de una puta vez! —ordeno dándole un codazo en estómago.
Daniel solo pudo encogerse del dolor apretando su herido vientre, más adolorido de lo normal por culpa de que le había dado en uno de los moretones nuevos; y mientras intentaba aplacar el dolor, Jeremy alcanzo a quitarle su última prenda antes de forzarlo a quedar de cara al colchón.
Le valió una mierda los ruegos de su novio, como se revolvía o como intentaba negarse, sostuvo con fuerza sus ante-brazos contra el colchón usando su propio peso para que no pudiera moverlos y con algo de esfuerzo logro bajarse la ropa masturbándose un poco.— Te voy a enseñar a no andarte de zorra —dijo con cierto odio en el tono de su voz—. Tú eres solo mio y te haré lo que quiera.
El menor sintió como la mano de su pareja tomaba una de sus nalgas y la abría descaradamente dejando ver su ano, y a pesar de las suplicas y ruegos mientras trataba de pelear por soltar sus brazos, una dolorosa intromisión rápida y descuidada le hizo soltar un grito de dolor.
Luego otro.
Y otro.
Y otro.
El rubio le soltó los brazos solo para tomar un mechón de su cabello marrón casi negro jalando del mismo con fuerza hacía él, y mientras, usó su mano libre para sostenerse de las caderas del chico y embestirlo con fuerza soltando jadeos de placer que se mezclaban y eran atenuados por los gritos y suplicas de piedad y dolor.
— Que rápido te abriste, para quejarte tanto si que te gusta —dijo el mayor con perversidad soltándole el cabello en un movimiento descuidado que le hizo dar la cabeza contra las colchas a Daniel, antes de sacar su miembro apartándose un poco.
Y justo cuando el menor creyó que estaba salvado por un milagro divino, sintió como ese hijo de puta levantaba sus caderas dejándolo en cuatro sobre la cama, y aunque intento usar sus manos para impedirle volver a entrar mientras suplicaba negándose, fue totalmente inútil. El futbolista le agarro ambos brazos contra la espalda como punto de apoyo y volvió a entrar de forma bestia, moviéndose sin piedad ni cuidado, causándole dolorosas lastimaduras en el ano al contrario que ya simplemente había optado por dejar su empapado rostro contra la almohada humedeciéndola con lágrimas, intentando que todo acabara rápido y cooperando casi temblando para que su pareja pronto se viniera y lo dejara en paz.
Pero no acabo tan pronto como él lo deseaba.
La violación duro al menos media hora o más (aunque la sintió interminable), antes de que pudiera soltar una última queja más fuerte que el resto el sentir el semen del rubio haciendo arder sus heridas internas.
— Dios eres un puto asco en el sexo —dijo con desprecio mientras se acomodaba los pantalones—, por esto siempre tengo que ir a buscar a otro para coger.
Pero Daniel solo pudo encogerse un poco en la cama con algo de semen rojizo por su sangre, recibiendo de nueva cuenta un golpe antes de que Jeremy saliera del cuarto con molestia usando su celular.
[ . . . ]
Lo único que pudo hacer después de que su novio se duchara y cambiara, cerrando la puerta con llave al salir, fue abrazar su cuerpo a tope de moretones, golpes y machacado, echándose a llorar en medio de la cama ajena dejando salir toda la mierda que guardaba. Quejándose con la nada del dolor y todo lo demás entre llanto y llanto, desesperado y desolado; al menos hasta que no quedo nada más que soltar.... Y solo pudo quedarse en la cama tirado, como un juguete roto. sintientiendo como el sol de la ventana intentaba colarse por las cortinas, tal vez buscando darle un poco alivio.

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Save me... [TERMINADA]
Fiksi RemajaDaniel Morales se supone que es un chico normal de dieciséis años; sus padres se mudaron desde Argentina a Estados Unidos cuando él era pequeño, pero aun así lo latino corría en sus venas y se reflejaba en él varias veces. Pero el problema estaba en...