Le costó horas poder levantarse de la cama, con dificultad, humillado y sin fuerzas casi, solo para arrastrarse hasta el baño y con esfuerzo meterse en la tina, empezar a llenarla con agua tibia escuchando el ruido que producía el agua mojando su cuerpo con lentitud. Y minutos más tarde cerro el paso de la canilla sumergiéndose casi por completo en el agua.
La sensación tibia abrazando todo su cuerpo se sintió un poco mejor, e inevitablemente se abrazo a si mismo en el agua dejando sus piernas encogidas; y aunque el agua se había manchado un poco por culpa de la sangre de su ano, no le dio importancia, se acomodo allí como si fuera una cama y dejo caer sus parpados sintiendo que las lágrimas de nuevo le picaban en los ojos. Aunque no estuvo realmente si estaba llorando o si su cara estaba mojada por la tina; pero al final era un poco de ambas.No pudo evitar, por alguna razón, pensar en cuando había conocido a Jeremy y lo agradable que había empezado siendo todo...
Cuando se habían encontrado en la cafetería, de las tonterías de las que habían hablado y reído hasta el cansancio; de como siempre tenía detalles bonitos él; se sintió un poco estúpido por no notar que las cosa irían mal cuando el mayor revisaba su móvil, o le causaba asustarse las veces que tenía arrebatos de ira, debió alejarse cuando el rubio empezó a controlarlo tanto. No comprendió tampoco porque se quedo aún después del primer golpe que recibió, pero supuso que porque Jeremy se había mostrado tan arrepentido y desesperado por perdón no fue capaz de negarselo.
Revivió casi todas las citas que tuvieron, las peleas, los golpes... Todo en su vida había ido en decadencia y se tornaba cada vez peor por culpa de su relación; había tenido que alejarse de sus pocos amigos, su libertad, incluso muchos de hobies por mero capricho del mayor...Llego a preguntarse si alguna vez su novio lo asesinaría, incluso si era por accidente, en un arrebato de ira o algo así.
La respuesta fue afirmativa...
[ . . . ]
Tuvo que esperar un poco hasta sentirse mejor, y con las manos débiles tomo el jabón empezando a limpiarse con cuidado y entre quejas pequeñas, tratando de no tocar mucho sus heridas, aunque imposible teniendo en cuenta que estaba cubierto de ellas.
Y aunque no supo cuanto fue exactamente, si supo que había estado frotando el jabón una y otra vez contra su cuerpo por demasiado tiempo; pero de todas maneras seguía sintiéndose desagradable y sucio.Sin embargo de desistió enjabonarse tan arduamente al darse cuenta que jamás podría limpiar toda la mugre. Y dejando el jabón en su sitio se inclino sobre sus piernas abrazándolas en medio del agua, ocultando el rostro entre las rodillas en silencio y solo.
Siempre estaría solo, solo con su demoño personal, solo con su miedo, solo en medio del agua fría y con espuma sucia. Solo.
La puerta del baño se abrió, pero él no se movió de su sitio, no le importó que su pareja estuviera allí ahora.
Pero el futbolista solo miro por unos minutos la imagen rota y repleta de sus golpes que era su novio, y casi desligándose de aquello que era meramente su culpa, cerro la puerta yendo a la cocina para hacerse algo de cenar, con la idea de buscar alguna película divertida para pasar el rato, pensando en la chica que le estaba escribiendo y con la que había quedado para coger en un motel del centro mañana. Era mejor así, de ser en la casa de seguro que el idiota de Daniel podría interrumpirlos de nuevo y cargarle la diversión con esa deliciosa chica de buen culo y unas tetas para morirse.

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Save me... [TERMINADA]
Novela JuvenilDaniel Morales se supone que es un chico normal de dieciséis años; sus padres se mudaron desde Argentina a Estados Unidos cuando él era pequeño, pero aun así lo latino corría en sus venas y se reflejaba en él varias veces. Pero el problema estaba en...