35

121 14 0
                                    

—Es un auténtico imbécil.— se quejó Sam.
Había congregado a su equipo de consejeros de emergencia Connor, Duff y Slash. Habían quedado en una cafetería cualquiera en la que podían pasar desapercibidos.

—Pues no paras de hablar de él.— se burló Connor en voz alta.

—Pero porque me molesta, no porque me guste. ¿Verdad?— levanté la barbilla hacia los componentes de la banda.

—Eh, ellos te van a dar la razón.— gruñó Connor chascando los dedos.— Escúchame a mí, soy el único que no te quiere en su cama, de esta mesa.— esto es lo que Sam echaba de menos de sus amigas.

—Primero, no es como si todos estuviesen deseando metérmela en cualquier momento.— Sam se arrepentía de cada una de esas palabras según las soltaba.— Segundo, ¿qué te hace pensar que tú no eres uno de ellos?

—Simple, tu hermano me mataría.— dijo con una sonrisa al tiempo que daba una calada de su cigarrillo.

—Ni lo dudes, pero haría lo mismo con cualquiera. — si por Helten fuese, Sam moriría sola.

—No intentes cambiar de tema.— Slash llevaba un buen rato en silencio y cabizbajo.— ¿Te gusta Axl?

—No...— Connor la miró fijamente.— Puede que...— se fijó en los otros dos chicos y sembraron aún más dudas en su corazón.— No lo sé, joder.

—Vamos a comprobarlo.— propuso Duff tomando una de las revistas sobre la mesa.—Quince señales de que estás enamorada.— leyó en voz alta.

—Un momento, ¿cómo sabías que eso estaba en la revista?— miró la ridícula portada llena de cotilleos y prensa rosa.

—Llevaba aquí un rato esperando cuando habéis llegado... ¿quieres hacer el test o no?— asintió al ver lo avergonzado que estaba.— Bien. 1Te viene a la mente constantemente.

—Eso es un sí.— respondió Connor por ella.

—2Todo te recuerda a él.

—Eso no es cierto.— respondió sin pensarlo dos veces.

—Sam, has confundido a dos personas con él, solo de camino hacia aquí.— se rió Connor. Por lo tanto la repuesta era «sí» de nuevo.

—3Tenéis un montón de fotos juntos.

—¿Cuentan las de los paparazzi?— todos negaron con la cabeza.— Pues tengo dos, así que no.

—4 Aunque pasas mucho tiempo con él, quieres pasar aún más.

—Llevamos meses sin hablar.— concluyó enfurruñada cual niña pequeña.

—Y no parabas de lloriquear por él.— intervino Connor de nuevo.

—Me estoy empezando a cansar de ti, Pepito Grillo.— le regañó en tono amistoso.

—5No eres capaz de dejarle.— Duff lo marcó como un ''sí'' directamente.— 6 Le preguntas absolutamente todo.

—No soy esa clase de persona.— respondió sin que nadie la contradijera por fin.

—7 Te parece importante cada cosa que hace o dice.— Duff tosió.— Esta no cuenta, es tu trabajo.

—Tu vida gira en torno a él.—Slash miraba apenado su taza de té, casi tan inglesa como él.

—Gira en torno a todos éstos imbéciles.— respondió ella abrazando a Duff que estaba más cerca.




Asesora de Guns'n'RosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora