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Miércoles, de nuevo a clases.

Ya había pasado una semana completa desde que asistía a los cursos de verano y todavía se resistía a aceptarlo del todo. Era de manaña y Ryeowook tenía unas ojeras más grandes que la voluntad de llegar temprano a la escuela; se sentó en el borde de la cama mirando un punto fijo, tratando de recordar la explicación que le había dado Kyuhyun el día anterior sobre los ejercicios para la clase de ese día 

se rindió al ver que sólo sus provocativos labios y unpluggeds de bandas se reproducian en su cabeza.

Kyuhyun lo iba a matar.

El maullido de Eddie lo trajo de vuelta, el felino se encontraba asomado en la puerta con sus ojos grandes y brillantes resaltando entre el pelo negro intenso,  así que Ryeowook le llamó con el sonido de su boca y extendió su mano haciendo que el peludo animalito llegase  en su busqueda en menos tiempo de lo que pensaba. —nunca se imaginó ser tan bueno con los animales — Al llegar lo tomó entre sus brazos y acarició su cabeza, a lo que el felino respondió con una insistente  busqueda de su mano pretepretendiendo diendo obtener más caricias de su parte; sonrió.

— Eddie ¿acaso tienes el secreto para conquistar a tu mami?— el gato maulló un par de veces y Ryeowook volvió a sonreír —seee~~ es bastante difícil, pero vale la pena el esfuerzo ¿no es así? 

Lo dijo al recordar el pantalón blanco  que estaba usando el castaño el día anterior;  se emocionó sin ningún control, se levantó de la cama dejando a Eddie sobre la misma y caminó hacia la sala encontrándose con todas las guias que le había entregado el castaño para que estudiara;  las tomó y las acomodó en pilas sin saber qué más hacer, las guardó en una carpeta luego y las dejó en la maleta. De algo le servirían; quizá las usaría  para tener una oportunidad más de ver a su chico. Después de un rato tomó un baño, se puso unos jeans negros ajustados, zapatillas blancas, camiseta blanca y un chaqueta de Jean, tomó las llaves de su auto y se despidió de Eddie antes de salir; En el camino al ascensor miró la hora en el reloj y se le hizo demasiado larga la jornada aún  sin haber comenzado; bufó y siguió hasta la puerta de color dorado.

Aunque seguir en cursos de verano era una completa estupidez y perdida de tiempo, y, aunque fácilmente podría buscar cualquier otra persona para él mismo poder disfrutar de sus vacaciones, ya fuera junto a Bo Young o cualquier otra chica, aún así no quería hacerlo; se negaba rotundamente a separarse de su chico aunque fuera por horas. Había sabido encontrarle el gusto a las sesiones de estudio que compartía junto al menor y volaba en cada momento en que se quejaba de no entender, pues él se acercaba y lo rodeaba desde atrás señalandole con el dedo lo que debía o no hacer.

Su perfume natural lo tenía ya grabado en la memoria y su voz que era profunda, pero que a su vez guardaba esa sutil  sensación de ser infantil y mimada, le hacía eco en la mente a cada moento; Kyuhyun además de ser cuadrado, siempre buscaba enredarlo con ese montón de palabras extrañas que decía sin parar, las cuales desconocía casi en su totalidad, y aúnque fuera así, quería estar a su lado ya fuera para burlarse en venganza de esos arranques de inocencia desesfrenada que le sabían dar o gozar de sus quejas repentinas cada que perdía la paciencia y hasta disfrutar de  sus rechazos contundentes que le eran ya agradables aunque no lo fueran en realidad.

Desde ese punto de vista, debía ser sincero al aceptar que hasta el momento no había descubierto nada a cerca del rumor de él siendo gay de ninguna manera; había enviado hasta señales de humo mostrando su inminente y creciente interés,  pero sólomente había logrado que el castaño lo hiciera a un lado de las maneras más frías posibles. Se tenía confianza,  en serio lo hacía, pero con Kyuhyun había terminado hasta por perder el orgullo y la razón, porque aún cuando no tenía ni una oportunidad o certeza,  aún asi seguía detrás de él incansablemente.

Boys Don't Cry [RyeoHyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora