Boys Don't Cry [RyeoHyun]

☆21☆

4:15 am, Hotel Siete Estrellas Gibraltar.
◇◇◇

La sala era un lio. Bo Young se encontraba en un extremo del largo sillón con los ojos, la nariz y las mejillas absolutamente rojas de tanto llorar; por otro lado estaba Kyuhyun, quien ya vestido, se encontraba sentado en el extremo opuesto. Mantenía los ojos cerrados, los brazos cruzados, y vibraba de la ira y el mal humor; tercero y el protagonista  tragicómico de la historia, Ryeowook, había puesto una silla al frente de ambos  y frotaba su sien para recuperar las fuerzas perdidas.

pero antes de eso...

☆Flashback☆

El día anterior, Luego de haber salido de casa del castaño, Ryeowook subió a su auto con un nuevo sentimiento en le pecho, además de una inmensa alegría que era imposible de contener; jamás esperó tener que saber de esa manera tan imprevista que ambos — su chico y el chico de lentes — eran el mismo.

Fue tremendo flechazo el que se llevó.

Estaba tan abrumado con todo lo que sentía, que se vio en la absoluta necesidad de dirigirse a casa de Eunhyuk para decirle todo.

Después de ver por última vez la casa del castaño, encendió el auto y revisó que no viniera nadie desde atrás, giró el volante y comenzó a manejar con una enorme sonrisa hacia la calle principal; al llegar al primer semáforo sonó su teléfono móvil, intentó ignorarlo, más sin embargo le era difícil ya que no sabía si era o no Eunhyuk quien lo buscaba. Rindiendose tomó llamada y al responder se dio cuenta de  que no se trataba de Eunhyuk, sino de Bo Young quien buscaba verlo.

al principio iba a negarse a encontrarse con ella por muchas razones — entre esas, Kyuhyun —  pero parecía ansiosa y decía que era muy importante.

Al final accedió.

Cambió su ruta manejando directamente al centro de la ciudad, hasta llegar a una pequeña boutique donde Bo Young ya estaba esperándolo; al ver que molesta veía hacia otro lado — quizá buscándolo entre los autos que iban de sur a norte — sonrío y tocó  la bocina captando su atención.

Desde la perspectiva de Ryeowook ella lucía normal, enfadada, pero normal; su cabello suelto, su blusa de tiras y escote, falda corta, sandalias y nada de lentes, todo era tan normal. Suspiró cansado por que no estaba listo para una cita ni mucho menos, más sin embargo le abrió la puerta y la recibió con un intento de sonrisa.

—Hola, Bo Young preciosa.

—tardaste demasiado, Ryeowook.

—vine en cuanto me llamaste... — la miró sin ninguna expresión en el rostro, ya que acababa de confirmar que estaba  de verdad molesta, se recostó en el asiento mirando hacia su ventana suspirando y chasqueó la lengua al sentirse presionado debido a la situación; no deseaba tener una pelea de pareja cuando en realidad se sentía tan feliz por haber visto a su chico.  Mientras pensaba en lo mal que estaba yendo todo apenas comenzando, escuchó a la persona a su lado sorber la nariz e impresionado volteó a verla.

—¿qué...¿estás llorando, Bo Young?

Ella no respondió. Ryeowook optó por quedarse totalmente callado, quitó su cinturón esperando a que ella se calmase por su cuenta y dio un par de golpecitos en su hombro intentando ayudar a que se diera así; pero sinceramente no sabía qué podría hacer más efectivo para un llanto tan repentino. No se le ocurría nada

¿qué haría si fuera su Kyuhyun quien lloraba?

Lo pensó muy seriamente hasta que la expresión mimada y llorona del castaño se dibujó en su mente, él era un hombre tan hermoso, que incluso sin lentes hacía que su corazón latiera con fervor. Y aún así, no se le ocurrió nada que pudiera evitar que su hermoso rostro volviera a estar así