Ryeowook se sentó en la acera cerca a la cuneta completamente estupefacto. En medio de quejas discretas limpiaba su sudadera negra, bajando el gorro y mostrando así un perfecto cabello negro que se movió con el pasar del viento; ni siquiera una tacleada en el campo de juego se comparaba a lo que había experimentado.
¿Qué diablos había sido todo eso?
No sabía por qué, pero se sentía tremendamente interesado en descubrir qué era lo que había salido tan mal en todo su plan, como para hallarse ahora en esas circunstancias tan extrañas y precarias.
—¡yo lo siento, de verdad lo siento muchísimo, no sabía de quién se trataba! — Kyuhyun estaba supremamente avergonzado, saltando en su lugar desesperado evitó — por mucho — acercarse al pelinegro quien se seguía quejando mientras revisaba que todo su cuerpo estuviese bien; quiso en su momento revisarlo, pero estaba completamente inseguro de tocarlo o acercarse más de lo que ya se encontraba, el sólo hecho de tenerlo ahí como si nada ya era demasiado caótico para su existencia.
— ¿quién te enseñó a hacer eso? —el castaño escuchó a Ryeowook hablar mientras él seguía de espaldas, pasaba su cabello tras la oreja, para luego sostener el mismo con un cigarro; se mantuvo luchando ahí sentado junto a la cuneta tratando de sacar un encendedor de sus jeans azules mientras Kyuhyun pensaba en una respuesta valida a su pregunta.—me has dejado sin palabras, nene—terminó por decir el pelinegro una vez tuvo en su mano el dichoso elemento. Triunfante tomó el cigarro de su oreja haciendo que el mechon de cabello que comedidamente había acomodado cayera, llevó a su boca el cigarro y lo sostuvo con sus labios comenzando a encenderlo; Un par de veces rodó la tuerca creando un pequeño y debil eco en la calle, más el encendedor falló terriblemente en su labor de prender fuego.
Se quejó y maldijo entre dientes.
Aún más nervioso por lo que había preguntado el pelinegro de repente, Kyuhyun se mordió el labio pensando en si ser sincero era lo mejor, pero es que no hallaba otra razón ni explicación a todo lo que había sucedido. —fui campeón de judo de mi antigua escuela. ¡pero te juro que no tenía idea que eras tú, Ryeonggu! —se volvió a excusar; esta vez de manera más carcana.
las piernas del mayor quedaban en un ángulo perfecto con el que podía apoyar sus brazos en sus rodillas, así que, sin mirar aún al castaño y asimilando todo, meció inquieto la mano que sostenía el encendedor y levantó un ceja al escuchar la forma en que lo había llamado el más alto. su voz era una la cual no distinguía de nada ni de nadie y su rostro a lo sumo le causó curiosidad, ya que en algún punto sintió que lo había visto en alguna parte; sin embargo, absolutamente nada ni nadie llegaba a su mente. Su conclusión final fue — "¿quién rayos es este chico?" —con eso se giró para verlo de frente, él seguía de pie tras suyo, con las bolsas de compras en sus manos y el rostro inundado de preocupación.
—¿me conoces?
Ryeowook lo miró directamente porque de manera inesperada se encontraba ansioso por la reacción y respuesta del otro; teniéndolo así de cerca se podría decir que no era para nada feo o soso e incluso el sentimiento de familiaridad aumentó. Su ansiedad fue en asceneso cuando recordó a ese ángel divino que había conocido meses atrás y luego, casi de inmediato, pasó de él, pues no usaba lentes o algo parecido; aunque guardara casi la misma belleza.
Se relajó, dejó de husmear por todo el rostro del castaño, empezando por que se notaba incómodo, al punto de haber retrocedido y agachado la cabeza; suspiró e hizo memoria de nuevo. ¿tal vez había salido con él y ya no lo recordaba? Pasaba más seguido de lo que imaginaba, podía ser, sin embargo no recordaba bien haber tocado unas piernas tales— eso seguro lo recordaría ya que estaban buenísimas— Detalló que el menor llevaba un peinado de manzana, una polera blanca con un abrigo delgado, pantalón corto café y unas sandalias que lo hacían lucir muy atractivo, bastante a decir verdad; sin embargo, no tenía nada que hiciera que lo tuviera en cuenta.
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Boys Don't Cry [RyeoHyun]
FanfictionSon dos polos opuestos. Kyuhyun es un excelente estudiante que hace lo que está en sus manos para obtener las mejores notas, esto hace que muchos lo tomen como un estudiante aburrido y ortodoxo. A sus 17 escasos años Kyuhyun no bebé, no fuma y tam...