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Cuando la luz empezó a colarse entre las rendijas de la persiana, me desperté con el cuerpo desnudo de Ana abrazándose al mío. Su cabeza reposaba en mi pecho y sus brazos estaban amarrados alrededor de mi cintura.

Su rostro dormido tenía la expresión más angelical que había visto nunca. Transmitía una calma y una tranquilidad increíbles. Joder, Ana. ¿Por qué era tan bonita? Luego un pensamiento resonó con fuerza en mi cabeza: acababa de romper mi regla de oro. Me había quedado a dormir con ella.

Había pasado cinco días con el único objetivo de llevármela a la cama, y ahora que lo había conseguido, y la tenía en mis brazos, me di cuenta que eso no bastaría. Y permitidme que os diga, que la noche fue más que fantástica.

Pero es que Ana no era un polvo de una noche, y en realidad creo que no hacía falta llegar a este punto para descubrirlo. Posiblemente lo sabía des del momento en que nuestras manos se toparon inocentemente para coger ese último aguacate del buffet.

¿Pero qué podía hacer? Ella volvería a Canarias; con su novio, su trabajo, quizás con remordimientos por lo que había hecho... Y yo regresaría a Madrid; con mis ligues, mis actuaciones, mis amigos, y mi vida. Mi alocada vida. ¿Pero qué me pasaba? ¿Por qué contemplaba esta opción con tristeza? Si me había ido todo genial hasta ahora.

Me agobié con todos estos pensamientos. Tenía que salir de esa habitación antes de que me volviese loca. 

Yo no era la típica que se enamora en cinco días, un par de besos, y una noche de sexo. Esa, des de luego, no era yo. Aunque no negaré que, en ese momento, podía parecerlo.

Me levanté intentando no despertar a Ana, separando mi cuerpo del suyo con cuidado. Me vestí medio a oscuras, y me dirigí hacia la puerta. Pero no pude abrirla sin antes girarme para mirar a Ana, que seguía durmiendo plácidamente.

Me acerqué otra vez a la cama, y le di un beso en la frente.

—Te amo mucho, Ana Banana —le susurré en el oído.

Y me fui, me escapé como una cobarde.

Al fin y al cabo, en unas pocas horas estaría volando hacia Madrid, dejando atrás esta historia; y el sentimiento de que, por primera vez en mucho tiempo, Mimi Doblas, patrona de la soltería y reina de los rollos de una noche, se había enamorado.



🥑🥑🥑

Quiero informaros de que éste es el final de la PARTE 1 de la historia.

Muchísimas, muchísimas, muchísimas gracias a todxs lxs que habéis dejado comentarios, valorado, o leído éstos capítulos. Me ha hecho muy feliz que lo hicierais.

Espero que estéis tan enamorados de ésta historia como yo le estoy de escribirla.

Aún queda Warmi por delante; gracias otra vez. 💖

Polos opuestos 🥑 || WARMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora