Pepper
Voy a la casa de Kaa en bicicleta, tengo que pedirle disculpas. Ella ha sido realmente linda conmigo desde siempre y yo me he comportado como una perra con ella. Dejé de hablarle porque realmente me dolía verla, no podía evitar recordar a Dastan. Pero ella no tiene la culpa de nada y le eché a perder. Sin embargo, ella nunca se apartó, de vez en cuando me deja mensajes de texto, y siempre me invita a las comidas con su familia, me dijo que últimamente el ya no iba, y ese era el motivo por el cual yo no quería ir. Me sentía culpable de que él se estuviera comportando como un idiota también con ella. No sé si es por mi culpa, pero no pienso seguir cargar con ese peso que no me corresponde. Así que para intentar remediarlo llevo algunos ingredientes para hacer pannekoken's. Espero que funcione, pero si no, no voy a rendirme.
Ha sido un poco difícil transportarse en la ciudad sin auto. Aunque tengo dos, no quiero usarlos, y cuando intenté devolvérselos no lo permitió, dijo que sólo eran dinero. Me sentí como una puta barata con privilegios caros. Que se joda. Por mí, se pueden pudrir a la intemperie. No sé que pasó con los aretes. Sé los di a Kaa la ultimas vez que fui a la facultad y partir de ahí dejé de ser constante con ella. Y lo odié con todas mis fuerzas cuando descubrí a Nicole llorando, cuando dijo que se olvidó de ella. Si él hubiera estado en frente juro que lo hubiera matado. Ella ahora está con Kristeen y Will. Se pasa la mayor parte del tiempo con ellos. Está enojada conmigo porque dejo que hable con él. Ha sido un poco difícil esconder el teléfono del alcance de Nicole. Siempre descubre mis contraseñas y no deja de insistir que la deje llamarlo. Aunque me parte el alma verla así, no lo puedo permitir. Tal vez cuando se arreglen las cosas con Dastan. Aunque no estoy segura si quiero arreglar nada. Pero sí, lo admito, yo también lo extraño. Pero tengo una personita que me necesita ahora y tengo que hacer todo lo posible para que ella esté bien.
Realmente tengo miedo de no ser bienvenida cuando llegue a casa de Kaa. Lo merezco, pero no me daré por vencida tan fácil.
Al llegar, noto que un mercedes está afuera. Son sus agentes, así que los saludo con la mano y ellos me lo devuelven asintiendo con la cabeza. Que aburrido estar todo el día ahí. Supongo que a ellos les gusta su trabajo.
Llamo a la puerta y espero un momento. Nada.
Vuelvo a llamar y vuelvo a esperar. Entonces escucho unos pasos y entonces abren la puerta.
Me llevo una sorpresa no muy grata.
Mierda.
Ella levanta una de sus horrorosas cejas y me mira de manera petulante–. Vaya, vaya. Mira a quien tenemos aquí.
–¿Está Kaa?
–Déjame ver... –pone una mano en su barbilla como si lo estuviera pensando–. No.
Me tayo los ojos con las manos, tratando de calmarme.
–Es obvio que sí está –replico.
–Ya te dije que no está, pequeña mocosa.
–Sus agentes están aquí. Así que sí está. ¿Puede llamarla?
Ella entrecierra sus ojos y sonríe. Que fea sonrisa tiene. Bueno, la verdad es que es bonita, pero todo en ella se ve muy feo.
–¿Sabes qué? Me parece que sería buena idea que te unieras a nosotras –murmura y luego abre más la puerta para que pueda pasar, y lo hago.
Cierra la puetra tras de mí y yo me adentro en busca de Kaa.
Cuando entro a la sala mi corazón se detiene. Mi canasta se cae de mis manos, desparramando todo en el suelo.
Ella me ve con ojos llenos de terror e intenta gritar a través de una cinta gris que cubre su boca. Tiene sus manos atadas tras su espalda y los pies igual están sujetos a una soga. Está en el suelo cerca del sofá.
Entonces siento que alguien me cubre la boca.
–Haz lo que te diga. Si gritas, te mato –dice Aurora en mi oído.
≈ • ≈ • ≈ • ≈ • ≈ • ≈
Dastan
Tengo que disculparme con mi hermana.
Me he comportado como un completo idiota con todos. Ya hable con mis padres y me disculpé. Kaa es la única que me falta. Y Pepper. Todavía no sé qué hacer con ella.
Thomas espera afuera con el resto.
Me sorprende ver una bicicleta parada a un lado de la puerta de la casa de Kaa. Supongo que tiene visitas. Si tengo que hacer que se marche no me importa. Estó no puede esperar un día más.
Llamo a la puerta y escucho unos pasos.
Mi humor se jode cuando veo que Aurora es quien abre la puerta. ¿Y vino en bicicleta?
–Hola, querido –me saluda con su habitual y fingida alegría.
–Realmente necesito que te vayas. Toma tu bicicleta y regresa otro día.
–Oh, pero si esa bicicleta no es mía.
–Como sea. Tienes que irte.
–Pero si acabas de llegar. Pasa, te estábamos esperando.
Frunzo el ceño. ¿Cómo que me estaban esperando?
Entro a la casa. Y ella se dirige un poco deprisa a la sala. Supongo que es ahí donde están, así que la sigo.
Todo lo que me rodea se congela. Encuentro a Pepper y a Kaa amordazadas. El pánico se refleja en sus ojos.
Aurora tiene una sonrisa paranoica en su rostro.
Entro en alerta y empezó a correr hacia ellas.
–Sí das un paso más, les doy un tiro –amenaza Aurora apuntando hacia ellas con un revolver en la mano y me detengo en seco.
Está cargado.
–¿Qué haces?
Ella se echa a reír con una risa sepulcral que hace eco en mi cabeza.
–No tienes idea de cuanto tiempo he esperado esto –dice entre risas.
¡Maldita perra!
______________
© Huellas en la Piel por Michelle Acero. Todos los derechos reservados.

ESTÁS LEYENDO
Huellas en la Piel ©
RomansaLa tragedia que marcó su vida y el casi perderlo todo, hizo de Pepper una chica fuerte e independiente, además, no estaba dispuesta a perder a nadie más. Ella no necesitaba de nadie... O eso pensaba. Dastan tiene todo el poder y la facilidad para co...