PELEANDO POR LO PERDIDO?

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LIZETTE
Al salir del departamento el cual me había inundado de recuerdos y de sentimientos me quedo sentada sobre lo que al parecer es un escalón cubierto de nieve, o escarcha, en este momento mi cabeza no da para pensar mucho, mis ojos y mejillas arden,  mis piernas tiemblan ridículamente y mis manos, mis manos estan mas frias que las de un muerto, pero el sigue ahí adentro tratando de recuperarse de no se que, tratando de  estar bien, ¿para que?, solo para irse a ver a Cristina nuevamente, solo para quedarse ahí con ella una vez mas, con ella, no conmigo, porque yo siempre fui su segunda opción, a la cual ilusiona y abandona, a la cual solo usa para acercarse a Cristina, pero como siempre aquí sigo, emocionandome con lo que dice y piensa de mi, cuando me llamó, una parte de mi sabía que el solo quería arreglar las cosas porque me considera su amiga, amiga, una  a la cual le dice cosas lindas por teléfono y aunque así no fuera, yo lo vi de esa manera, cuando me dijo que él odiaba que estuviéramos peleados por un momento, por un momento...Pensé que era por qué el por fin se había dado cuenta de todo, de que yo lo amaba como jamás en mi vida había amado a otro ser sobre la faz de latierra, en el momento en el que el e marco no pude evitar sentir esa emocion de que por fin se dan cuenta de que existes, y cuando escuche su voz, oh santo cielo su voz era magnífica, como elaborada por los dioses, pero tambien se que esa voz y esa presencia tan hermosa, no me pertenece en lo absoluto si no a la distraída de Cristina, que jamás se ha dado cuenta de los profundos y asqueroso sentimientos que él le tiene, ella jamás notará algo asi, por que segun ella el es su mejor amigo y seria incapaz de que algo así pasara por su cabeza, ella a veces es una inepta, distraída y eso se vuelve muy fastidioso de vez en cuando, pero lo que menos puedo soportar es que Alejandro ¡este enviciado con ella!.

Pongo mi cabeza contra mis rodillas al sentir que una lágrima cae por mis mejillas, al levantar el rostro logró percibir una sombra conocida que por las lágrimas en mis ojos no logro reconocer, de a poco el se acerca a mi , logro distinguir que es hombre por que su figura es más cuadrada, imponente, su aroma se intensifica con cada paso que da, pero mi cuerpo es incapaz de moverse, mi cuerpo aún está congelado por el frío que recorre mi cuerpo desde mi espina dorsal hasta las puntas de mis pies, cuando consigo levantar un poco más mi cara abro lentamente mis ojos con temor de lo que fuera a encontrar frente a mi, lo primero que logro ver son sus ojos, son totalmente negros cual un par de aceitunas, después logró ver mejor su cara, es Ángel, el hermano mayor de Cristina, con su pelo castaño un poco revuelto, su figura imponente dejó de serlo porque está de cuclillas frente a mí, con sus ojos llenos de curiosidad, con sus grandes y cálidas manos me toma por el rostro secando con sus pulgares cada una de mis lágrimas, las cuales congelaban mi cara por el frío, sin pensarlo dos veces lo tome del cuello y me aferre a su cuerpo abrazándolo, al principio mi abrazo no fue correspondido hasta después de unos segundos, pero realmente lo necesitaba, necesitaba sentir el calor de alguien abrazándome, necesitaba despejar mi mente, sacar todas mis lágrimas.

-Liz, ¿estás bien?, ¡¿Ese estúpido te dijo algo malo no es así?!-

Dijo en un tono al principio calmado y después furico, inmediatamente trate de detenerlo con toda la fuerza que tenia hasta que de pronto me comence a reir.

-Claro que no, el no me ha dicho nada malo, solo que estar ahi trae muchos recuerdos-

-Oh, ahora entiendo...¿Quieres venir a mi casa?, digo y de ahí podemos irnos a preparar todo para la fiesta ¿te parece?-

-Esta bien, solo llévame lejos de aqui lo mas rapido posible por favor-

-Sera un gran placer- 

Dijo mientras me tomaba en sus brazos y me ponía sobre su espalda, en menos de lo que me había dado cuenta mis lagrimas se transformaron en risas, y ese horrible hueco que sentía en la boca de mi estomago había desaparecido, gracias a Angel,  gracias a el toda mi desdicha se transformó en alegría, de pronto Ángel me saco de mis pensamientos.

MIS SENTIMIENTOS, TUS CARTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora