-Buenos días mi gran pequeña niña, ¿cómo dormiste? -
Dijo él acariciando la mejilla de aquella chica la cual se encontraba entre sus brazos, la miró mientras ella aún espabila, la miro sonriéndole amable y dulcemente, la chica tenía el cabello alborotado y los ojos adormilados, lo miro y sonrió dulcemente a él mientras trataba de sentarse sobre el respaldo.
- ¿Hace cuánto llevas despierto? -
Pregunto ella mientras lo miraba a los ojos tiernamente al mismo tiempo que dejaba un dulce y casto beso en sus labios.
-Ayer básicamente no dormimos y no precisamente por hacer...Travesuras-
Dijo el mirándola pícaramente a los ojos mientras las mejillas de ella se tornaban rojas y se escondía bajo las cobijas de aquella cama aferrándose al cuerpo de aquel chico, el cual ahora estaba riendo fuertemente mientras la miraba.
- ¡Cállate!, tu y yo no vamos a hacer cosas así y menos después de lo que pasó-
Dijo ella permaneciendo aún bajo la comodidad de las cobijas que la cubrían totalmente de pies a cabeza.
- ¿Que paso?, ¿que hice?, ¿acaso ya no dejarás entrar a este oso a tu cueva? -
Dijo él, la primera pregunta la dijo manchada de un tono de preocupación, la segunda fue un poco más despreocupada, y la última con un tono completamente divertido haciendo que ella tomara la confianza suficiente para comenzar a salir de entre las cobijas que la cubrían,
- ¡Que te calles! y no, o al menos no hasta que me des alguna razón de lo que sucedió y no te hagas, tu sabes perfectamente lo que sucedió y lo que hiciste-
El la miro con una angustiosa cara de sorpresa que indicaba no saber el porqué de lo que ella le dijo.
-Realmente cariño, no lo sé, simplemente no sé lo que hice, pero no creo que sea tan malo como para que te enojes y no me dejes hacer nada, toda la noche estuvimos platicando y no me dijiste...Mierda-
-Ahora lo recordaste ¿no? -
Dijo Cristina con una gran cara seria y se dirigió al piso de abajo de la cabaña y devolvió una mirada fulminante al chico que aún se encontraba en aquella cama ensimismado.
- ¡No, pequeña!, ¡regresa acá!, ven por favor-
Grito el volviendo en sí para poder correr tras ella, cuando la alcanzó la tomó por el antebrazo, Cristina volvió su cuerpo hasta el viéndolo sin ganas de querer verlo, ella se encontraba con un par de lágrimas recorriendo sus mejillas.
-Pero ahora... ¿Qué paso?, estábamos bien, tú lo decías ¿no?, a veces olvidamos cosas y está bien ¿no es así?, ¿que hice? -
Dijo el con una gran confusión y tristeza en el rostro.
- ¡Imbécil no es por ti idiota! -
Dijo ella con un tono de exasperación único como si fuese a golpearlo en cualquier momento.
- ¿Entonces? -
-Es que...Ayer olvide decírtelo y pensé que te lo había dicho o lo sabias, la verdad es que me enoje conmigo y realmente...Realmente nunca puedo hacer nada bien- Dijo ella soltando a llorar amargamente y como respuesta él la tomo entre sus brazos, sin decir palabra o ruido alguno, solo la tomo entre sus brazos dejándola hablar - Todo estaba tan bien, tu y yo estábamos conversando normal y de pronto yo arruino el momento diciéndote algo de lo que probablemente no estabas enterado, simplemente lo hice y sinceramente siento que terminare arruinando todo una vez más-
-Tu jamás arruinas nada, siempre lo mejoras, cada vez que estas cerca por alguna razón siempre lo mejoras todo, por ejemplo, ¿recuerdas cuando nos conocimos? -
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MIS SENTIMIENTOS, TUS CARTAS
RomanceMientras tu provocas algunos sentimientos, yo te escribiré todas estas cartas para ti, esa persona a la que siempre amare sin importar que, aun que algunas veces pese mas el orgullo que el amor, pero estos siempre serán mis verdaderos sentimientos.