Hacker

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24 de febrero de 2018

P.O.V Elena

Hoy era mi cumpleaños, mis padres me habían dado el dinero que me faltaba para así poder comprarme el nuevo Alienware Area-51 que deseaba, estaba muy ilusionada. Con un ordenador tan potente como ese ya podría conseguir la información que quisiese y muchas funciones más. Lo único malo de este día es que tenía que ir al instituto, menos mal que ahora tocaba informática, mi asignatura favorita con mi profesora favorita, la que me había enseñado todo lo que sabía sobre programación, hackear y de más, Alicia.

- Hola Alicia .-dije entrando a la clase.

- Ya está aquí mi alumna favorita .-dijo sonriendo.

Ya habían comenzado la clase, pero como era la favorita pues no pasaba nada. La verdad de porqué había llegado tarde es porque estaba pasando unos datos al pen drive que tenía que entregar hoy.  A ver, os explico. Algunos alumnos me daban dinero a cambio de los datos de las personas que me decían, controlaba absolutamente todo en este instituto, quién se liaba con quien, sus salseos de la vida, salarios de los profesores...

- Hoy tenemos que hacer una página web, os pasaré la plantilla y lo tenéis que editar todo a vuestro gusto .- Explicó Alicia.

- Jodeeer, que pereza, ¿Alicia no podemos hacer otra cosa? .- dijo toda la clase a la vez.

- No queréis hacer nada nunca, hacedlo y callaros .-dijo Alicia con gracia.

Mientras mantenían la conversación yo ya había comenzado a hacer el ejercicio, en pocos minutos lo acabaría y podría hacer lo que quisiera.

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Ya era la hora del patio y fui al destino dónde había quedado con mi cliente, bueno, en verdad no era un cliente, era mi amigo Dani que me había pedido un favor y él quería pagarme, pero no iba a aceptar su dinero.

- Hello darling .-dije a Dani que estaba de espaldas a mi.

- ¿Lo tienes? Toma los 50€ .- dijo dándome el billete.

- Ya te dije que no iba a aceptar tu dinero .- rechacé el dinero una vez más.

- Bueno vale, enseñame lo que captaron las cámaras y asegurame que lo has conseguido borrar.

Saqué mi portátil de la mochila y le mostré las imágenes, en ellas salían Dani y Floreal, el encargado de las taquillas del instituto, liándose en medio del pasillo y metiéndose mano. Hace dos días que ocurrió, las cámaras del pasillo del instituto los habían captado y si no llego a borrarlo a saber quién lo podría haber visto.

- Bufff, menos mal que lo has borrado a tiempo, me has salvado la vida. Solo de pensar que igual denunciaban a mi Flori... .-puso cara triste.

- Tranquilo, ya está todo solucionado .- dije - Bueno, me gustaría seguir hablando contigo, pero tengo que hacer otra entrega, adiós.

Me fui alejando en dirección a mi próximo destino, Noé, otro de mis amigos. Siempre estaba en la cantina ya que no le gustaba hacer largos recorridos con sus muletas, ya que Noé era cojo a causa de un accidente que tuvo en un concierto.

- Hola Sanchorra .-dije saludándole.

- Hola Blascorra .-me devolvió el saludo.

- Ya tengo el diseño para tu pierna, podrás caminar sin muletas, hoy la encargaré a la tienda que hace ese tipo de cosas.

- Perfecto, oye, te quería pedir un último favor. ¿Podrías conseguir algo de información de Zaira la alemana?

- Podemos buscarla ahora. ¿Y porqué motivo quieres conseguirla? .-dije mientras sacaba mi portátil.

- Es que el otro día, mientras estaba en la taquilla, la vi a ella guardándose bastante dinero en el sujetador ese rosa que siempre lleva, que se le ve sobresaliendo por la camiseta. Me interesa saber cosas de su vida.

- Bueno, pues aquí la tenemos .-dije enseñándole la pantalla- ¿Quieres llamar a su número para que te haga unas pajas?

- No me puedo creer que sea puta .-empezó a reírse - ya sabemos de dónde sacó tanto.

Tocó el timbre y nos dirigimos al ascensor. Le llevaba la mochila a Noé y subíamos los dos por el ascensor, así me ahorraba subir a pie 3 pisos. Mientras íbamos por el solitario pasillo de repente escuchamos algo de jaleo en el uno de los despachos de profesores y decidimos acercarnos sin hacer mucho ruido. La puerta estaba entre abierta y no nos podíamos creer lo que estábamos viendo.

Inés, una compañera de clase estaba liándose apasionadamente con la profesora de valenciano Raquel. Habían tirado todo lo de la mesa de la profesora al suelo y Raquel estaba encima del escritorio e Inés entre sus piernas.

No todo es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora