Lunes 6 de Enero de 2013
P.O.V Paula
Hoy es un día que llevo esperando varias semanas, nos vamos de excursión al Santa Mónica Pier Acuarium y lo mejor de todo es que viene mi profesora Marian. Me llevé una sorpresa cuando pasé a primero de ESO, no me esperaba que mi profesora del colegio también estaría en el instituto. Salí de mi casa y fui hacia clase y cuando llegué estaba mi amiga Ximena esperándome en la puerta. Fuimos a donde teníamos que estar para salir del instituto y vi a Marian a lo lejos mirándome de una manera extraña, como lo diría, seductoramente. Ya llevaba tiempo mirándome de esa manera. La verdad es que ella ami me ponía mucho, ojalá conseguirla.
Subimos en el autobús y mi amiga Ximena me había abandonado, como no... Siempre se va con esa tal Zaira y se ríen de mí. Estoy hasta el coño. De todo esto saqué algo bueno, mi querida profesora se sentó conmigo. En varios momentos del trayecto sentí su mirada sobre mi y me tocaba la pierna de manera involuntaria, la cosa se estaba poniendo muy caliente pero debíamos parar porque si no nos verían los otros profesores y alumnos.
El autobús se paró y llegamos al acuario. Nos dijeron que cada clase era un grupo y que un profesor estaría en cada grupo. A mi clase nos tocó Marian. Cuando estuvimos listos fuimos a ver primero los tiburones con las mantas raya, luego a los caballitos de mar. Decidimos ir al espectáculo de los delfines, pero la única que quería ir era Marian, así que no puedo decir que no. Cuando llegamos Marian se sentó a primera fila porque quería sentirse parte del espectáculo, los demás se sentaron cinco filas más arriba pero yo me puse al lado de Marian porque había algo dentro de mí que no quería que me separase de ella. El espectáculo fue muy entretenido, vi como Marian salió a dar de comer y a tocar los delfines pero cuando estaba haciendo eso, hizo como el ruido del delfín y los delfines le contestaron, mis compañeros de clase se empezaron a reír de ella, eso a mí me molestó, ¿por qué la tratan así?
- Paula ¿Por qué no te ríes?.- me preguntó Mónica.
- Porque no me gusta que os riáis de ella.- dije mirándola mal.
- Pero sí ha sido muy gracioso.
- ¡Dejarla en paz!.
- Vale, así normal que nadie te hable.
Mónica se fue a su sitio y Marian volvió a mi lado, al sentarse me tocó la pierna haciendo como si no se hubiera dado cuenta. El espectáculo terminó y nos fuimos al recinto de las focas, había una plataforma en medio para pasar por encima de ellas, yo estaba echada hacia delante para verlas mejor cuando sentí que alguien me daba un empujón con la mochila, con ese empujón me caí dentro del recinto de las focas, todos empezaron a reírse de mí. Las focas se acercaron y empezaron a lamerme toda. Marian bajó corriendo y me sacó de allí, yo estaba toda mojada así que fuimos al baño del acuario a calentarme porque el agua estaba helada y yo estaba temblando. Cuando llegamos al baño Marian empezó a quitarse la ropa hasta quedarse en ropa interior.
- ¿Que haces Marian?.- pregunte totalmente embobada, notando como me sonrojaba.
- Quítate la ropa.- ordenó.
- Vale, estoy empezando a asustarme.- dije firme. Pero una parte de mí tenía morbo por esta situación.
- Es para calentarte, cuando dos cuerpos están en contacto, piel con piel dan más calor que con ropa así que quitatela antes de que cojas una hipotermia.
Hice lo que ella me dijo, cuando me quedé en ropa interior se acercó a mí y nos sentamos en el suelo, cuando nos sentamos Marian me abrazó.
- Esto debería de ser incómodo - dije.
- Lo sé, pero tengo que decirte una cosa Paula.- comenzó a mirarme fijamente.
- Yo también.
- Tu primero.- dijo.
- No, tú primero.
- Vale, desde que llegaste a mi clase me pareciste una niña muy inteligente, graciosa y mona. Yo llevo tiempo sintiendo algo por ti y está relación alumna-profesora se me queda corta, necesito más, Paula estoy enamorada de ti.
- Yo...yo...creo que también, hace tiempo que siento cosas extrañas, sueño contigo pero no son sueños normales, son sueños donde somos una pareja o un cincuenta sombras de Grey pero somos nosotras dos. Yo creo que podríamos intentar ser algo más ¿Que dices?.
- Que sí.- dijo emocionada.
Nosotras aún seguíamos abrazadas así que Marian no tardó mucho en estar cara a cara y besarme, el beso empezó lento hasta que sentí su lengua pidiéndome permiso para entrar en mi boca. El beso se puso más pasional, Marian empezó a meterme mano así que yo no me quede atrás y empecé a manosearla. Ahora mismo estaba más caliente que antes de caerme en el recinto de las focas.
- Marian, para.- la cosa se estaba poniendo muy caliente.
- No.
- No quiero que nuestra primera vez sea aquí, quiero algo más especial.
- Está bien, será mejor que nos volvamos a vestir y vayamos con la clase o sospecharán algo.
- Si -
Las dos empezamos a vestirnos y mientras yo acababa de vestirme Marian sacó algo blanco de su bolso, era ¿Coca?, pero ¿desde cuándo se droga esta tía?, ya decía yo que venía muy contenta a clases. Se puso un poco en la mano y comenzó a esnifarla.
- ¿Quieres?.- me preguntó.
La idea sonaba muy tentadora, pero no sabía si estaba bien. Tardé unos segundo en contestarle. Porqué no, se tiene que probar todo en esta vida.
- Vale.
Sentía como la coca entraba en mi orificio nasal. Me encantaba esta sensación.
- Será mejor que salgamos.- dijo guardando la Cocaína sobrante.
- Sí.- dije lo más feliz posible. Había conseguido besar y empezar algo con mi amada profesora, no podía estar más feliz.
ESTÁS LEYENDO
No todo es lo que parece
RomanceParece un instituto normal. Pronto descubrirás todos los salseos y la vida de estos alumnos de primero de bachillerato. Todo lo que puedas imaginar pasa en este instituto. No todo es lo que parece.