P.O.V Elena
Ya estaba comprado mi nuevo portátil, últimamente iba bastante bien de dinero, entre los encargos y los trabajillos de la mafia, pero ahora me había quedado sin nada, el nuevo portátil había acabado con todos mis ahorros, pero había sido una buena inversión.
Ahora mismo estaba intentando averiguar cosas sobre la nueva profesora de matemáticas. Solo con ver su apariencia se notaba que se drogaba, encima siempre tenía las pupilas súper dilatadas y hacía cosas extrañas. Si conseguía averiguar si era verdad y algún punto débil suyo sería la clienta perfecta.
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Estábamos en la clase de matemáticas, a mi lado estaba Clara. Me estaba ayudando a investigar también, a parte nos reíamos un poco de la profesora por las cosas extrañas que hacía.
De repente dejó de escribir en la pizarra y fue a uno de los cajones que tenía debajo de la mesa, lo abrió y cogió algo que no podíamos ver, se lo metió en la boca y cada dos por tres estaba chupándose los dedos. La verdad es que ya no sorprendía esos comportamientos pero teníamos curiosidad de qué podría ser lo que se estaba tomando.
Al tocar el timbre la profesora salió súper deprisa de clase. Clara y yo aprovechamos para averiguar qué había en el cajón, de mi mochila saqué un kit de ganzúas. Puede que sea un poco extraño llevar eso en la mochila, pero este instituto no es normal y siempre hay que estar preparado para investigar.
Mientras Clara vigilaba la puerta, yo comencé a abrir la cerradura del cajón. Tardé bastante, pero al fin habíamos averiguado lo que escondía la profesora. Tenía el cajón lleno de bolsitas de marihuana y cocaína, a parte había dos botecitos llenos de pastillas azules, leí la etiqueta que llevaban: "Anfetaminas".
Esta señora se metía de todo. Por ahora solo podíamos venderle la marihuana y cocaína, que es lo único que vendía Nuria en la mafia, pero solo con eso ya sacaríamos bastante dinero. Cogí unas cuantas bolsitas y se las entregué a Clara.
- ¿Porqué me das esto? - preguntó.
- Desazte de ello. Tiene demasiada droga y tardará en terminarsela, cuanto menos tenga antes querrá volver a comprar y ahí es cuando entrará alguno de nuestros vendedores. Solo tenemos que hacerla clienta habitual.
- Entendido .- salimos de clase y nos dirigimos al patio.
Una vez llegamos nos sentamos junto a Noé y Marta.
- Oye Elena, cuéntanos algún cotilleo, ¿has descubierto algo nuevo? - dijo Marta.
- ¿Cuánto dinero me das a cambio? - pregunté sonriendo.
- Si hombre, yo no te pago. -dijo riéndose.
- Es broma. Solo hemos descubierto que la de matemáticas se droga .
- Si, tenía el cajón lleno, era flipante. - añadió Clara.
- Cada vez traen profesores más extraños a este instituto. - dijo Noé.
- Al menos nos entretenemos. - contestó Marta riéndose.
En la cantina entró Paula solitaria, con el pelo un poco despeinado y los mofletes en un rojo suave. Seguramente habrá tenido una sesión agitada con Marian en su despacho. Miró hacia todos los lados como buscando a alguien y su vista se posó en Ximena, su "amiga". Esta estaba con Zaira, Paula se acercó a ellas y se sentó.
- Si supiese Paula lo que hablan esas dos de ella... - dijo Marta observando la escena.
Marta tenía razón. Paula me daba un poco de pena, Ximena y Zaira no paraban de reírse de ella, al principio era solo por pequeñas broma, pero luego me enteré que Paula les había contado lo de Marian y ella. A partir de ese momento Ximena y Zaira se reía por la situación, no se hasta qué punto iría a malas.
De pronto Marian también entró en la cantina, un poco agitada, Carlos, el profesor de filosofía, se acercó a ella y comenzaron a hablar. Marian tenía cara de preocupada y se fueron juntos en dirección a las aulas, todo muy sospechoso, esos escondían algo y yo lo iba a averiguar.
- Clara vamos .-dije mientras me levantaba.
- ¿A dónde? No me apetece moverme .-se quejó mientras posaba su cabeza sobre la mochila.
- Rápido que los perdemos .- saqué mi móvil buscando la aplicación donde podía ver las cámaras del instituto.
- Yo voy contigo .-me dijo Marta mientras se levantaba.
Corrimos hasta la segunda planta y fuimos a la clase dónde se habían metido, no podíamos creer lo que veíamos...
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No todo es lo que parece
RomanceParece un instituto normal. Pronto descubrirás todos los salseos y la vida de estos alumnos de primero de bachillerato. Todo lo que puedas imaginar pasa en este instituto. No todo es lo que parece.