El plan

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P.O.V Nuria

El timbre que indicaba que nos teníamos que despertar me estaba taladrando los oído como cada día.

La mañana parecía normal, cómo todas, después de desayunar, había hecho mis ejercicios diarios junto a Carla, después me duché y ahora me encontraba intentando descansar. De pronto, se empezó a escuchar jaleo, ya sabía de lo que se trataba.

Mi dirigí fuera de mi celda. Las habitaciones estaban localizadas en una gran sala con 3 pisos llenos de celdas, por el piso inferior se comenzaron a ver la nuevas presas que entraban a la cárcel y como símbolo de "bienvenida", todas gritábamos, insultabamos, piropeabamos, amenazabamos... a las nuevas.

Me encontraba gritando como todas, la carne fresca me encantaba. Podía amenazarles y ver su cara de terror, pero entonces vi a alguien muy familiar que me quitó la ganas de gritar. ¿Qué cojones hacía Sara aquí?

No me lo podía creer, ¿Habían descubierto la mafia? Imposible, hace poco todo iba bien, hablé con Elena y me dijo que estaba todo en orden. Sara era incapaz de cometer ningún crimen, no sabía porque estaba aquí y ahora mi única preocupación era reunirme con ella lo antes posible para que ninguna de las presas le hiciese nada.

P.O.V Sara

Madre mia, nunca había escuchado a tanta gente gritar a la vez, me estaba poniendo muy nerviosa, esto parecía el infierno. Aunque esto era mejor que cuando me habían chequeado el culo en busca de algún objeto. Menos mal que no me habían pillado el...

- Joder Sara, ¿dónde cojones estás?, hay mucho ruido .- Elena, que estaba en la mafia, me estaba hablando desde un micro auricular que había diseñado para poder ocultarlo mientras yo estuviese aquí cumpliendo la misión.

- Shh, ahora cuando esté en un sitio a solas te hablo. -dije lo más flojito posible.

Nos estaban dirigiendo a lo que serían nuestras celda. No voy a mentir. Estaba muy nerviosa y tenía mucho miedo, solo quería encontrar a Nuria y completar el plan con éxito.

- Daniela, celda 230 .- vale ese era mi nombre falso. Reaccioné lo más rápido posible y me adentré en la habitación.

Habían 4 camas, bueno, eran literas, unas situadas al lado izquierdo y  otras al derecho. Había una abuela, que tenía cara de buena gente, y estaba tumbada mirando a la nada en la cama inferior izquierda, luego había dos lesbianas liandose y metiéndose mano en otra de las camas. Yo seguí como si nada y fui a situarme en la cama de arriba de la yaya, prefería dormir cerca de ella, parecía mejor persona.

- Eh, tú! .- gritó alguien a mis espaldas.

- ¿Si? .- me giré inocentemente.

- Esa es mi cama. -dijo con cara de pocos amigos. Estaba toda rapada y tatuada, era una mujer muy atlética, típico prototipo de chica malota de la cárcel pensé. No sabía cómo reaccionar, en mi oído escuchaba a Elena preguntándome qué pasaba.

- ¿Estás sorda o qué? .- me había cogido por el cuello y me había estampado contra la pared. Tenía muchísimo miedo, pero tenía que salir de esta.

- Espera, ya me voy a la cama que me digáis, lo siento, no sabía que estaba ocupada.- dije tartamudeando y con dificultad.

- Sueltale Montse. - dijo la chica morena con la que antes se estaba liando, era una chica alta, con un lado del pelo rapado y los ojos verdes.

- Te estaba intentando quitar la cama, acaba de entrar y ya se cree la reina.

- Seguro que no lo sabía sueltale. - esta chica ya me caía bien, me había salvado de su gorila. Una vez me soltó cogí mis cosas y me fui a la cama que se supone que era la mía, más específicamente en la que se estaba metiendo mano minutos atrás mis compañeras de celda.

Una vez terminé de ordenar mis escasas pertenencias me tumbé en mi cama y cerré los ojos, había sido una mañana dura. Solo estaba esperando a la hora de comer para encontrarme con Nuria.

Parecía que la tal Montse se había ido, osea que aproveché para hablar con la otra chica, de la cual no sabía el nombre.

- Oye, gracias por lo de antes, soy nueva en todo esto y la verdad es que no sabía muy bien qué hacer, por cierto, me llamo s... Daniela.

- De nada, Montse a veces puede ser un poco... Agresiva. Yo soy Chloe. - estaba siendo muy amable, pero de repente cambió su expresión. - Pero no te vayas a pensar que con eso somos amigas tu y yo, osea que mantente alejada. Prefierí no seguir esa conversación e irme al comedor a coger sitio.

Dios, cuánta gente, esta vez había hasta chicos. Parecía que todos tenían un sitio predeterminado el cual no les podías quitar.

- A ver Sara, actúa normal, coge tu bandeja e intenta sentarte en una mesa. Te estoy vigilando por las cámaras y estoy intentando localizar a Nuria, pero no la veo. - Elena, a parte de darme indicaciones, controlaba todas las cámaras de la cárcel.

Estaba tan tranquila cuando de repente, un hombre, que me sacaba tres cabezas, me empujó provocando que le tirase comida encima a una chica un poco más alta que yo, me temía lo peor.

- Sara, sal de ahí, te va a pegar. - escuché por el auricular preocupada a Elena.

Intenté alejarme, pero la chica me cogió por el hombro y me estampó su bandeja contra la cara, caí al suelo aturdida. Me toqué la nariz y noté la sangre que caía. Al mirar hacia la chica, vi que se acercaba dispuesta a dar el siguiente golpe y lo único que hice fue encogerme en una bolita para evitar más dolor, pero ese golpe nunca llegó, un grito que se escuchó por todo el comedor hizo callar a todas las personas que gritaban alegres, Pelea!.

Entre las personas la vi aparecer, al fin. Estaba mucho más musculosa de cómo la recordaba, y bastante cambiada, pero seguía siendo ella. Corrí a abrazarle y enseguida me correspondió.

- Vamos fuera y me explicas porqué cojones estás aquí .- me dijo al oído, mientras todos volvían a sus quehaceres.

- Al fin te encuentro Nuri.

*unas semanas antes*

P.O.V Elena

- A ver, todo está organizado, pero tenemos que elegir a quién se infiltre. -dije en voz alta.

- Ya he dicho que voy yo .- dijo Natalia convencida.

- Natalia, Elena tiene razón, te podrían pillar. - dijo Clara dándome la razón.

Habíamos estado ideando un plan desde hace meses para sacar a Nuria de la cárcel. Todo estaba perfecto, pero necesitábamos alguien dentro de la cárcel. Hackeando la base de datos de la policía había descubierto que habían vuelto a abrir su caso porque había cosas que no les cuadraban, desde entonces las conversaciones de cuando visitábamos a Nuria estaban grabadas. Todos intentamos no visitarle muy a menudo para no levantar sospechas, si lo hacíamos era bajo identidades falsas como si fuésemos familiares.

- Yo lo haré .- dijo Sara, que había estado callada durante toda la reunión.

- Ni de coña, si te pasa algo Nuria me mata a mí y luego a todos los demás .- dijo Natalia.

- Sí, pero no tenemos mejores opciones. Tú estas en peligro si te expones con el caso abierto, y Elena tiene que dirigir todas las cámara y la comunicación.

- Pues decidido, Sara se infiltrará con una identidad falsa y le transmitirá todas la instrucciones a Nuria.

No todo es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora