“Los locos y los héroes, dos clases de imbéciles que se parecen bastantes”— Alejandro Dumas.
Desde que los quirks hicieron su aparición en el mundo el índice de criminalidad había ido aumentando atrozmente, los únicos capaces de mantener en orden la situación eran aquellas "valientes y condescendientes" personas que ponían las vidas ajenas sobre las de ellos, ya que por su trabajo estas eran prioridad; se trataba de los afamados héroes.
Aquellas admiradas personas que parecían tener una vida mágica, cosa que no era la realidad y no todos entendían eso. Los civiles que vivían en su burbuja idealizaban a los héroes probablemente olvidándose que ellos también eran humanos. Pese a todo los héroes –sin importar su físico– seguían siendo seres humanos con limitaciones, sólo que ellos enfrentaban el peligro día a día aunque existiera la probabilidad de morir en acción. Claro que el gobierno los recompensaba por sus valerosos actos.
Al contrario que la mayoría de niños y adolescentes, ella nunca tuvo el ferviente deseo de convertirse en "héroe". Ella no sentía esa fuerte voluntad de proteger al prójimo, ni de luchar a favor de la sociedad, por más egoísta –o cobarde– que sonara.
Realmente nunca quiso nada por deseo propio, sin embargo, la idea de formar parte de los "protectores de la sociedad" ni siquiera había revoloteado por su mente. Sabía la importancia de esta profesión, y la respetaba, pero continuaba sin inclinarse ante ella. Por más que sus allegados estuvieran involucrados en el heroísmo a sus ojos, sus imparciales ojos, no les llamaba la atención.
Todo cambió en un fugaz instante. Todo por ayudar a los héroes realizando "un acto de bondad" que capturó a todos e hizo que conocieran su nombre. No creyó que fuera la gran cosa, pero terminó teniendo gran repercusión en la sociedad.
No se alegró por ello, tampoco fue algo planeado; se debió al momento, el lugar y la situación. El sueño de muchos terminó siendo la casualidad de su vida.
Varios fueron los motivos que la impulsaron a estudiar para convertirse en héroe, por supuesto que ninguno de estos podían catalogarse como "puros", no obstante eso no tendría que importar una vez lo fuera.
Cualquiera creería que la balanza se estaba inclinando a su favor, que era capaz de tenerlo todo. Pero ella sabía que sólo eran apariencias, después de todo era una experta en el arte de fingir.
La perfección que mostraba era superficial. En cambio, los misterios que ocultaba eran profundos.
Otra imbécil a la lista.
❀.
Hiya!
He aquí el inicio de la edición de Ikiru.
Como prometí el 21-2-21 úwú.Iré subiendo los capítulos semanalmente –siempre y cuando pueda (duh)–, ah.
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Ikiru || BNHA.
Fanfic«Haré que mi nombre resuene por el mundo como si fuera llevado por el viento. Haré que mi nombre siempre esté al lado de perfección como si fueran sinónimos. Me encargaré de mostrarle al público la idealización de mí misma, pero no el significado de...