Ikiru || BNHA.

› › F o u r ‹ ‹

“Las luces te enfocan mejor cuando salvas el día.”

Ella nunca se había fijado en los héroes; ni en la profesión ni en los que la ejercían. Si bien respetaba ese labor lo hacía como a cualquier otro, simplemente nunca había sido atraída hacia aquella profesión como una polilla hacia la luz. Como a la mayoría de las cosas siempre había pasado por alto el heroísmo.

Muy en cambio, ella sí llamaba la atención de los héroes. Ella era luz de las polillas. Y uno de aquellas "polillas" fue All Might.

Desde que recordaba él visitaba la casa de su tutora puesto que ambos eran viejos amigos. Lo encasillaba en la definición de hombre llamativo: enérgico, optimista y con esa enorme e imborrable sonrisa que transmitía alegría. Su físico imponente y fuerza abrumadora también resultaban ser características dominantes y llamativas. Definitivamente no era una fanática de ese hombre.

All Might solía ir a visitarlas de vez en cuando. Tomaban el té cuando tenía un rato libre, no era tan seguido, sólo de vez en cuando. Y últimamente era incluso menos seguido.

De una extraña e imprevista manera All Might depositó una confianza en ella que nunca pidió. Hablaba abiertamente con ella y, a veces, de la nada le sugería que se convirtiera en una heroína, a lo que como respuesta ella sólo sonreía sin afirmar ni negar. No tuvo que pasar mucho tiempo para que descubriera que la confianza que All Might alegaba haber depositado en ella era inusual, casi parecía inconsciente. Parecía ignorar que con la información que le brindaba él podía terminar perjudicado si se infaltraba. Aún así le contaba todo tipos de cosas; desde sus aventuras y salvadas más peligrosas, hasta misteriosos secretos.

El héroe había jugado un importante papel en la decisión que le dio un cambio a su vida; él había intentado motivarla para convertirse en heroína. Ya fuera un "por su culpa" o "gracias a él" Hanamoto Ikiru terminó entrando en la academia por influencia de All Might.

Hace un año atrás.

Ocurrió unos días después del incidente con el villano viscoso, repentinamente se encontró recibiendo más atención de la que estaba acostumbrada. Una exagerada atención masiva.

Era bien sabido que a la mayoría de las personas les fascinaban los héroes y todo lo que reprensataban, después de todo los héroes eran personas increíbles, totalmente. Las personas que ponían en peligro diariamente sus vidas por la de los más débiles eran inhlarantes. Admirable, mas no envidiable.

Compañeras de clases, profesores, allegados, desconocidos incluso, todos aparentaban estar emocionados por ella. Como si ya hubieran visto su futuro en una bola de cristal aseguraban que se volvería una heroína. Como si automáticamente por realizar una buena obra su destino estuviera escrito en piedra. Como si ella no tuviera decisión propia.

Su acción había sido más cautivadora de lo que pensaba, todo porque «era una niña valiente con espíritu de héroe». Para ella era extraño escuchar constantemente que era valiente cuando nunca se había podido considerar de tal forma. Y es que consideraba que, aunque no fuera malo, a lo mejor haber hecho eso fue una obra innecesaria cuando de todas formas el héroe fue quien los terminó de salvar.

En parte le atribuía su decisión de intentar salvarlos a la influencia de All Might, héroe que se encontraba delante de ella. No se lo dijo, pero participó en la escena porque lo vio sin su transformación entre los espectadores y, ay, su expresión de impotencia era tan lamentable. Fue timada por su expresión.