No tengo un primer recuerdo en específico. No es como si mi memoria fuera un vídeo y pudiera devolverlo hasta el inicio, menos tomando en cuenta que mi inicio fue tardío. De lo único que me estoy segura es que memoria abarca unos 5 años, y no del todo bien. Lo sé, porque ella me lo dijo.
Aunque mis memorias no estén ordenadas de forma cronológica, cuando intento recordar, tratar de volver al pasado... Lo primero que recuerdo es que mundo se mostró en un remolino de color y movimiento. Y luego estaba ella. Desde el inicio ha estado.
Hanamoto Sadashi, se llamó a sí misma, mi tutora. No mi madre. No mi hermana. No mi tía. Dejó en claro que no era parte de mi familia ni nadie con quien compartiera lazos sanguíneos; soló alguien con responsabilidad sobre mi persona.
En cuanto a cosas materiales, me dio todo lo que necesitaba y mucho más.
En cuanto a cosas inmateriales: Me dio una edad; 10 años. Me dio un apellido; Hanamoto. El nombre se lo pensó por más tiempo, realmente lo meditó mientras cepillaba mi cabello, y se decidió por «Ikiru».
«Vivir», supuse.
Me giró, colocó mis mechones detrás de mis orejas y la vi. Por más que la estuviera escuchando, fue entonces que la vi.
Rubia, ojos azules y sonriente. Olía a... una mezcla extraña entre medicina y flores. Además, su tacto era delicado, como si no quisiera romperme. «¿Era yo una muñeca de frágil porcelana?».
Resulta que sí lo era. En sus palabras «Una hermosa y tonta muñeca». Más bien, su hermosa y tonta muñeca.
Con esa misma delicadeza levantó mi barbilla, miró mis ojos y los maldijo. Admitió odiarlos por ser las ventanas del alma, porque ser vacíos y profundos, porque yo no tenía lo que llamaban "alma"; era como un cascarón. Todavía lo soy.
Honestamente no lo entendí y sigo sin hacerlo. Soló capté la mayoría de las cosas, porque estaba en blanco.
Ella colocó sus manos sobre mis ojos, mis ojos ardieron y no recuerdo si me quejé, pero cuando apartó sus manos arrugó su expresión y volvió a maldecir.
Lo último que me dio, al finalizar lo de mi identidad, fue mi propósito. La razón de ser "Ikiru".
«Perfección» confesó. «¿Perfección?» repetí.
La señora se encargó de explicarme paso por paso lo que significaba, más que "explicar" todo junto lo hacía por partes y fueron bastantes pasos. Iba explicando y yo cumpliendo. Ella sin mucha paciencia, yo con poco tiempo y nula voluntad. Sólo cumpliendo porque sí. Porque me lo decían. Porque la señora lo quería.
Lo primero que tenía que hacer era cambiarme desde la raíz, es decir, "arreglarme". Como si fuera un objeto defectuoso, pero no inservible. Y la "raíz" de mis defectos era mi cerebro.
Me explicó, bruscamente supongo, sobre mis daños cerebrales mostrándolos como un obstáculo. No intentó eliminar mi enfermedad ni que sanara, pues quizá nunca lo hará, lo que tenía que aprender era vivir con ella como si no existiera. Y para ello se necesitaban muchas mentiras, hipocresía y falsedad.
No intenté entender, sólo intenté aprender. Y no fue poco a poco.
En la época de mis 10-11 años mi existencia fue como un mito para quienes no entraban a la casa. El hecho de que «La casa Hanamoto había admitido un pequeño miembro» no era más que un rumor, rumor que la señora disfrutaba.
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Ikiru || BNHA.
Fanfic«Haré que mi nombre resuene por el mundo como si fuera llevado por el viento. Haré que mi nombre siempre esté al lado de perfección como si fueran sinónimos. Me encargaré de mostrarle al público la idealización de mí misma, pero no el significado de...