Creo que una imagen vale más que mil palabras, y aquella cena que tuvimos con Saint Flesh me dio una muestra de lo tal vez cambiada que estaba Hermione Granger desde la última vez que la había visto en América. Debo admitir que incluso Godric estaba anonadado con su belleza y por que no decirlo, su porte y carácter al enfrentar a Lenuard acentuando todos y cada uno de sus argumentos para restregarle en la cara "estas viejo y oxidado".
No pude evitar sonreir esa noche en toda la velada, a decir verdad lo que estaba hablando no me interesaba, observaba sus facciones, su rostro, su manera de mover los labios y las manos al expresar una idea, incluso la forma en la que soltaba una ligera risotada con un chiste que Godric había contado, sus manos, creo, y de verdad fui un tonto al no darme cuenta que detrás de esa comelibros insufrible, se encontraba una belleza extraordinaria.
Afortunadamente me daria terreno para conocer un poco más sobre mi antigua enemiga, ademas había una cosa que todavoa quedaba en el aire, no sabía a ciencia cierta si Granger ya era o no una mujer casada, bueno, considero que el estar ahora en Londres me daria tiempo para saber lo que deseaba saber, además no consideraba buena idea que se encontrara con Potter o sus amiguitos de la infancia. Cenamos tranquilamente pero Godric no pidio nada al menos nada comestible, pues se la pasaba constantemente bebiendo botellas extrañas con un liquido rojo escarlata, pense en ese momento que se trataba de una especie vino exotico también producido por Saint Flesh.
Después de eso me imagino que Granger se habrá ido a casa de sus padres por lo que tuve curiosidad de saber como habían pasado las cosas en America, algo en ella habia cambiado, pues ese porte, esa forma de moverse y expresarse no eran propias de la "sangre sucia" que estuve acostumbrado a ver en Hogwarts, aunque a decir verdad y ahora que lo pienso recuerdo que en el cuarto año, esa ocasión del baile anual donde había sacado a relucir su belleza, incluso Pansy se había quedado boquiabierta por dos cosas, una su atuendo era de lo más exquisito y dos estaba acompañada de nada mas y nada menos que de Victor Krum. Creo que esta noche me recordó bastante a aquella niña tan linda que bajaba por las escaleras para hacer su entrada triunfal ante San Potter y la comadreja Weasley.
Tarde muchisimo al seguir a Granger hasta el hotel donde se estaba hospedando, tan solo observaba que alguien llegaba junto con ella y le abría la puerta de su mismo coche, ese tipo yo lo conocía, era Saint Flesh, asi que me quedé esperando realizando un encantamienton desilusionador o evanescente, creo que es mejor ser precavidos tanto por la policia muggle como la del mundo magico.
Esperé y tan solo vi que Godric le besaba la mano y la dejaba en el hotel sin ningun problema, ella tan solo le sonrepia y se sacudía el cabello de lado luciendo unas hermosas arracadas..¡Maldita sea, solo es la sangre sucia!, aunque de verdad su sospechosa relación con Godric es de las cosas que me intriga sobremanera.
Encendí un cigarro y en ese momento alcancé a notar que mi socio se había retirado del lugar por lo que decidi por fin hacer mi visita, ya saben que la curiosidad muchas veces es la que mata al gato, en el menor de los casos sale con vida pero con un susto de perros… ¡que ironico!.
Baje de mi auto y tiré el cigarrillo, aún seguía con el encantamiento evanseco por lo que debía ser precavido para no despertar sospechas en caso de que la recepcionista deseara saber quien hacía esas extrañas pisadas u olia a colonia para hombre y tabaco.
Reí un poco mientras que al momento de ir a caminar hacia el lobby del hotel sentí a alguien que se acercaba demasiado con sigilo, por lo que por instinto tire el cigarro que estaba fumando y aun con el encantamiento desvanecedor voltee hacia los lados para ver de quien se trataba. Tan solo se escuchaban las pisadas y algnos sonidos un poco raros pues era como si alguien se moviera demasiado rápido como si se tratara de un mortifago pero "sin señales de humo".
