No sabia con exactitud la razón por la que llevaba siguiendo a Granger desde la última vez que nos habiamos encontrado, me parecía un cambio demasiado drástico de aquella sangre sucia y mojigata que era en sus epocas en Hogwarts. No era que siquiera me simpatizaba, pero como dicen siempre "la curiosidad mato al gato", supongo que soy demasiado curioso o simplemente soy un cabron suicida, irónico no es cierto?.
Si hubiese sido el Draco Lucius Malfoy simplemente la hubiera torturado o hecho pagar las humillaciones a causa de sus amigos la comadreja y el cara rajada de Potter. Asi que despues de nuestro peculiar encuentro la seguí, ella se encontraba como en sus tiempos en Hogwarts demasiado ocupada y atareada con tareas y deberes, algo relacionado con salir de esa escuela a la que llamaba "Universidad".
Aproveche que me había desocupado ese mismo dia con el ejecutivo de Saint Flesh al firmar lo del tratado de comercio y exportación. Jake Bizzard, uno de los accionistas me mencionaba que sería un honor para él que yo conociera su ciudad, bueno, yo no tenía nada más que hacer y a decir verdad deseaba tener un momento de relajación, es decir fuera del karma Malfoy que me venía persiguiendo.
Fuimos a conocer varios restaurantes aledaños, asi como tambien algunos museos y exposiciones de arte, cabe mencionar que no se ninguna de esas cosas, pero se me da el tener buen ojo y ser crítico ante todas esas obras.
Me quedé pensando en lo que había ocurrido con Granger desde la última vez que nos habíamos visto, quiero decir con esto, en su último año en Hogwarts. Lo que yo tenía entendido era que despues de haber regresado a cursar septimo, ella esta comprometida con Weasley, creo que se llegaba a hablar de una boda doble o algo asi.
Supe en ese momento por Pansy que tanto la pobretona Weasley y Granger lo habían acordado de esa manera. Aun recuerdo que el imbecil de Potter declaro a mi favor y al de mi madre, maldito cara rajada, siempre dandose la jodida importancia que no tiene, si tan solo hubiera tenido la oportunidad de darle su merecido lo hubiera hecho y esta vez no hubiera podido escapar de las llamas en la sala de los menesteres.
Pobre Crabbe, aun recuerdo su expresión de susto, sus ojos reflejaban un último anhelo de vida, era demasiado joven, de nuestra edad, nadie se merece morir asi sea la peor persona, pero…¿Quién se fijo en los caidos?, ¿Acaso alguno se puso a pensar que algunos mortifagos tambien se vieron forzados a seguir a Riddle?, no, todos se concentraron en el patético trio de oro, comenzando por el odioso de San Potter, sin talento alguno y ayudado por sus amigos e incluido el anciano Dumbledore, era un gran mago debo reconocerlo, incluso estuve apunto de pedirle ayuda para mi familia, pero… aveces el orgullo es mas fuerte a cualquier cosa.
Iba caminando por las calles de Nueva York, Washington, incluso visité california, demasiado sol debo decir, miraba a todos aquellos chicos y chicas en traje de baño, algunos en patines mientras que yo desencajaba totalmente, mi traje sastre leyendo uno de mis libros favoritos sintiendo la brisa de la playa. Algunos muggles que pasaban por aquel sitio simplemente se me quedaban observando extrañados, bueno, siempre me han dicho que no soy como los demas, eso era del todo cierto, yo era Draco Malfoy el que todo lo tenía, o si no, pues lo conseguía sin nignun problema.