Marcando el territorio

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No cabe duda que el destino nos juega malas pasadas, pues nunca pensé en encontrarme a una Granger totalmente distinta a la que había conocido en nuestras épocas estudiantiles, no me molesta claro, pero es como si conocieras a una persona totalmente diferente a la que estabas acostumbrado incluso a humillar. No solo su aspecto exterior estaba totalmente diferente sino que su actitud era lo mas parecida a la de Pansy, no las comparo claro, pero en algunos rasgos es similar, aunque debo reconocer también que esos ojos siguen siendo los mismos, color caramelo, su rostro de niña inocente y sus manos delicadas.

Creo que no debía pensar mas de la cuenta, ya que si antes un mundo nos separaba ahora creo que un abismo es el que interfiere, ¿Qué estas pensando Draco Malfoy?, ¿Interesarte a ti esa simplona sangre sucia?, no, definitivamente chicas como Granger no son mi estilo.

Estaba en mi recamara pensando que mi amiga Pansy me acompañaría a cenar pues siempre lo hacia cada que yo salía de viaje, mas que por extrañarme, lo hacia para saber de alguna de mis conquistas, le gustaba saber los pormenores, incluso llegaba a compararse en nivel de sensualidad, ya que siempre me decía que las únicas chicas aceptables para mi eran las que definitivamente eran mas guapas que ella, que raro, creo que nadie mereció entonces llamarse "mi chica". Termino utilizado por ella para mencionar un posible noviazgo, Ja!, Como si eso me importara!.

Me estaba arreglando para cenar, me pasaba en bóxer por mi recamara y escogía lo ideal para ello, bueno, cuando haces tertulias seguidas en tu mansión supongo que te queda la etiqueta incluso para ir a defecar, asi que tome un pantalón de vestir color azul marino petróleo, un color en lo singular que me gustaba mucho. Tome también una de las camisas que alguna vez mi madre me había traido de Suecia en sus últimos viajes, me acomodé las muñequeras y me la desabotoné un poco pues hacía algo de calor y no deseaba transpirar como un cerdo claro. Tome algo de crema para peinar y alboroté un poco mi cabello, me miraba al espejo y denotaba mis facciones fuertes, creo que las chicas al mirarme siempre me veían a los ojos, mi padre los tiene grises como mi abuelo.  Tan solo sonreí de satisfacción y bajé para ver que todo estuviera listo, mi madre como siempre cenaba en su alcoba, no tenía esperanza alguna de que hiciera lo contrario. Solo miré por la puerta que se encontraba entreabierta para verificar que no se hiciera daño, y al verla no pude evitar sentirme peor que una cucaracha por nuestra jodida suerte desde la post guerra.

-Seras la misma de antes madre, frívola, orgullosa y mas rica que nunca mientras me tengas a tu lado- Pensaba para mi mismo y suspire, bajé las escaleras de mármol para darme cuenta de que los elfos tenían todo perfectamente ordenado, ¡Que cosa!, dejas de tratarlos mal y parece que se esmeran más, cosa que me volvió a recordar a Granger pues alguna vez la escuche hablando de los "derechos de los elfos", cosa que al principio me parecía estupido claro, además viniendo de ella todo era así. De paso recordé también el puñetazo que me dio en el patio de las tres piedras cerca del puente de madera cuando acusé a ese hipogrifo por haberme agredido, ella definitivamente detestaba cualquier forma de opresión o esclavitud.

-Granger, tu …- No pude terminar la frase pues uno de mis sirvientes corría con sus ojos lacrimosos para anunciarme que mi invitada había llegado.

-Pues que esperas hazla pasar, es Pansy, sabes que ni siquiera necesita anunciarse pedazo de….- Volví a recordar a Granger, era como si me la imaginara detrás de ese chillante elfo recriminándome con la mirada lo que "no debía hacerse".

-Solo hazla pasar - Finalice.

-En seguida amo, Crunk no quiere decepcionarlo, de verdad, Crunk malo, Crunk malo- Los elfos no debieron tener ese nombre, considero que "emos" seria un mejor calificativo para ellos puesto que cuando intentaba reprenderlo se daba de topes en el suelo con la intención seria de hacerse daño, asi que tuve que hablar un poco más fuerte para que se detuviera.

Nunca más!...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora