Reflejando el deseo

450 27 0
                                    

Aun estaba confundida sobre los últimos y más recientes sucesos de mi vida y no obstante me encontraba en lo que sería otra divina comedia. No hablo precisamente del libro de Dante Alligeri, sino comparado con lo que yo misma había planeado en Philadelphia esto era un común acuerdo donde ambas partes buscabamos nuestra grloria personal por asi decirlo.

Esa noche me había regresado sola a mi casa, y a pesar de que había quedado con mamá que pasaría por las cosas que había comprado para la casa sencillamente prefererí estar sola y pensar lo que esa misma noche había acordado con Malfoy. Llegué al sofá y me serví una taza de té supongo que para relajar los nervios y la tensión que del solo pensar me tenía con la piel de gallina.  Por otro lado podía consultar con Harry lo referente al "pensadero" o al "giratiempo" para que me diera todas las respuestas que necesitaba pero considero que también mi queridisimo amigo tuvo mucho que ver en el altercado con Ronald Weasley y sobre todo, algo que prefiere ocultarme referente a la esposa.

Me levanté lentamente para ir a mi habitación y ponerme ropa más cómoda, si, lo de siempre, un pants color rosa y una blusita blanca, por lo que aún con la taza de té en mis manos me dirigi al balconcito que daba a la calle del vecinadario. Penasba en aquellos ojos grises tan singulares que debo reconocer me fascinaban mas de lo que yo misma creí, su forma de ser tan autosuficiente, su carácter orgulloso y su ego solo se comparaban un poco con el intenso brillo de su cabello casi platinado al ser tocado por el sol, ¡No Hermione!, me repetía constantemente al pensar un poco, sabía que necesitaba un cigarro pero decidí no fumar, pues el té me parecía la forma mas placentera de poder mitigar ese deseo.

-No Hermione, el es un imbécil engreido que se cree dueño de medio Londres, no- Pensaba un poco en voz alta al momento de recordar el plan que llevaríamos a cabo para nuestra "dulce comedia llamada venganza".

Me quedé un solo rato en el balcon y posteriormente volteaba a ver las estrellas que se veían hermosas, era cierto que decían que el cielo incluso no era el mismo cuando te encontrabas en otro sitio. Yo acostumbrada tal vez al bullicio de Philadelphia, detestando el tráfico a horas universitarias no me imaginaba estar de nuevo en Londres, mi ciudad natal, el sitio donde crecí con mis padres a pesar de no tener muchos recuerdos sobre eso. Sentí un poco de nostalgia al recordar tal vez la niñez que me había perdido, y a pesar de que mi madre me contaba todas y cada una de esas vivencias no es lo mismo a de verdad sentirlo en carne propia emocionandote con el corazón en la mano ahora que se es adulto.

-Quien eres Hermione Granger, ¿Quién fuiste en realidad?- Me preguntaba a mi misma en voz alta al momento de tomar un sorbo de té de menta, mi favorito para poder pensar y relajarme.

Draco Malfoy era todo un caso debo admitirlo, un hombre rico, un mago, aristócrata en toda la extensión de la palabra, mas conocido en las camas de los hoteles que en su propia casa, amante de la buena mesa y con unos ojos peligrosamente preciosos. Despues de todo tenía razón, el era de los hombres que decidían con quien pasar la noche y con quien solo el rato, que creanme, son cosas muy distintas. No era que yo estuviera interesada en el, al menos no de esa forma, pero había algo en el que no me cuadraba, pues hoy en la cena italiana trató de demostrarme una patanería que distaba mucho de tener.

Es cierto lo que dicen que los hombres son tan orgullosos que tratan por debajo de las piedras sacar todo aquello que consideran "peor" o "mejor" de si mismos, alabandose o incluso humillandose de más en las conversaciones, o en su caso; degradando personas subajandolas con un término tan pobre y carente de imaginacion como el de "sangre sucia", ¿Quién invento esa palabra?, creo que he conocido mejores que esa que sirven para destruir hasta el mas grande de los egos e incluso capaces de hundir hasta los mas poderosos reinos, bueno, bueno, esta bien, exagero un poco, pero no me mentirán que esa palabra utilizada para humillar no es precisamente una que te acabaría al instante o si?, es decir, al menos no una que te dejara sin palabras al momento de una discusión o debate.

Nunca más!...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora