Capítulo 22: Pesadilla

686 60 15
                                    

Capítulo 22 :
Pesadilla

Capítulo 22 :Pesadilla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Danna

La casa de Gustavo no ha cambiado en nada desde la última vez que estuve aquí, por lo menos por fuera. Espero que no se altere al verme, ni siquiera llame para que sepa que estoy de vuelta, totalmente de vuelta.

En esta ocasión toco el timbre, no como la primera vez... y espero con impaciencia a que abran la puerta.

— ¿Tía eres tú? —dice Manuel al abrir la puerta. Pero hay algo de miedo en sus ojos. Desde que murió su madre y hermana todo es una locura.

—Sí, soy yo —le sonrió.

Lo único que quiero es abrazarlo y aferrarme a lo único que parece real, a la única familia que me queda. Abro los brazos, él duda por unos segundo si acercase a mí o no, siento que se me encoge el corazón, prácticamente he venido a despedirme, él viene a mí.

Lo envuelvo en mis brazos con fervor, como si fuera la última vez que pudiera tenerlo así de cerquita, mi roce con la muerte aún no está muy claro en mi mente, pero si el vacío aquí en mi pecho, ese sentimiento que se arraiga en tu alma cuando no puedes estar cerca de las personas que quieres.

—Te extrañé tanto —le susurró al oído.

—Estoy tan feliz de que seas tú. Ya decía yo que eras extraña —se aferra a mi cuello.

—No me iré de nuevo.

Como me gustaría que todo fuera normal, que mi gemela no fuera un fantasma psicópata enredando mi vida, y la de las personas que amo. Como me gustaría no tener que meterme más en este mundo complicado y sobrenatural, pero Cristal desapareció. Y tenemos que encontrarla, sea lo que sea que está detrás de ella, hay que detenerlo, y no puedo hacerme a un lado, cuando ella me apoyo con lo de mi hermana.

Lo libero del abrazo.

—¿Nina y Gustavo?

—Están dentro —me toma de la mano, y entramos— pero mamá y Ema nunca más regresaron. ¿Ellas están bien?

Me detengo en medio de la sala, absorta con lo último que dijo, ¿nunca más regresaron?, es que acaso habían vuelto.

—¿De qué hablas? —inquiero.

—No lo recuerdas... —dice escudriñando mi rostro.

—¿Qué debería recordar? —esto de no saber qué pasó cuando estuve como fantasma es exasperante, primero Robert y ahora esto.

No puede ser, definitivamente voy a parar a loca, en una clínica psiquiátrica.

Al ver que realmente estoy perdida con todo el asunto, comienza a explicarme todo.

—¿Cómo que manejaste? —Alzo un poco la voz— ¿yo permití que manejaras a altas horas de la noche?

Afirma con un leve movimiento de cabeza, y una sonrisa en los labios. No puede ser posible que eso realmente haya sucedido, pero supongo que a estas alturas de mi vida nada debería sorprenderme.

Alma Maldita (Trilogía- Más Allá de la Muerte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora