Capítulo 9.

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Narrador

El semáforo se puso en verde para los peatones y Blas y _________ continuaron de nuevo su recorrido hacía Sol a aclarar de una vez por todas la relación de _________ y Fran. 

Llendo hacía allí, a ___________ se le empezaron a venir a la cabeza sin parar miles de dudas a consecuencia de los nervios que tenía. ¿Cómo reaccionará ___________ al ver a Fran? ¿Y viceversa? ¿Podrá __________ tener mano dura con él o se ablandará?...y entre aquellas dudas la más importante y a la que ____________ no podía dejar de plantearse es...¿seguirán su relación pese a todo lo pasado o terminarán?

Y sin darse cuenta, __________ y Blas llegaron a Sol en un abrir y cerrar de ojos. Cuando llegaron, y no era de esperar, Fran se encontraba allí apoyado en la salida de la boca del metro. 

Narra ___________

Por fin llegamos a Sol y empecé a buscar con la mirada y mirando de un lado hacía otro a Fran para poder hablar, a lo que Blas también me siguió para facilitarme la búsqueda. Estaba vuelta de espaldas y de repente noté una mano dándome dos ligeros toques en el hombro. Me giré y vi a Blas que estaba señalando con su dedo índice hacía la boca del metro de Sol. Allí estaba Fran, con la mirada perdida sin quitar la vista de la gente que pasaba. Tragué saliva como pude y dejé ir todos mis nervios como pude, pero lo que aún me invadía era el miedo que sentía. No solamente tenía miedo a lo que pudiera pasar con el tema de nuestra relación, sino miedo también a acercarme a él después de lo ocurrido en el chalet de Blas. Qué ingenua fuí al creer que algún día no llegaría a ponerme la mano encima...pero el amor es más ciego de lo que muchos llegamos a creer, y para cuando recuperamos nuestra visión (por decirlo de alguna manera) ya hemos llegado demasiado tarde. Aunque en mi caso aún no es lo suficientemente tarde para haberme dado cuenta de la clase de persona que me dejó ver Fran que era aquel día.

Llegué a tiempo y me siento afortunada.

Y como pude, me armé de valor y fuimos caminando a paso lento hacía donde se encontraba Fran. A mitad del trayecto me paré y noté cómo las lágrimas querían abrirse paso, pero me aguanté con todas mis fuerzas, cerrando los ojos fuertemente y, a la vez, los puños. Blas frenó en seco al no notar a nadie al lado suya caminar y vino hacía mi sin decir palabra alguna para acogerme entre sus fuertes y tonificados brazos y darme un fuerte y sincero abrazo, acompañado de mucha tranquilidad.

- Eres fuerte, ¿lo recuerdas pequeña? - dijo Blas mientras se apartaba para mirarme a los ojos y sonreirme - Más fuerte de lo que tú misma puedes llegar a creer.

- No Blas, no intentes darme consuelo así porque no funciona...

Agaché la cabeza y sin querer dejé que una lágrima se escapara de mis ojos.

- __________ - cogió mi cara con sus suaves manos para levantarla - lo digo sinceramente, - hizo una pausa para alzar su dedo pulgar, sin aún quitar las manos de mi cara, y con éste secó la lágrima - así que por favor, ve y demuéstrale a ese que lo eres y que puedes con esto y más, ¿de acuerdo?

No hablé, solo pude asentir con la cabeza mientras una sonrisa se dejaba ver en mi rostro (a la que me devolvió) y me abrazó de nuevo.

- Todo saldrá bien, ya lo verás - dijo Blas mientras me acariciaba suavemente mi melena.

- Eso espero pero...¿qué debo hacer, Blas? Dime, dime porque ni yo misma lo sé.

- Lo que el corazón te diga - dijo despegándose de mi.

Asentí por última vez y seguimos nuestro trayecto. El corazón me latía a mil por hora, me era inevitable por momentos el dejar de estar nerviosa. Lo único que no sentía ahora era el miedo. Parecía que mis miedos y los nervios se habían intercambiado los papeles, y eso en cierta parte me alegraba. 

Corazón a oscuras (Blas Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora