Me di la vuelta para ver quién era y me encontré con los ojos más bonitos que había sobre la faz de esta Tierra. Al encontrarme con su mirada (que reconocería en cualquier parte) y reconocerlo detrás de esa capucha que llevaba puesta, inmediatamente pude notar cómo el corazón me dió un vuelco y me galopaba como un caballo. Mi temperatura corporal bajó, sobre todo en los pies y las manos, y por si fuera poco empecé a sudar como una condenada.
¿Cómo podía llegar a hacerme sentir Blas así? ¿Qué es lo que tiene para que, con tan solo una simple mirada, me tenga arrodillada a sus pies?
Sea lo que sea esa sensación era fuerte y me gustaba más de lo que yo misma creía.
Pero antes de hablar con él tenía que decirle a mi hermana que fuera dónde estaba mi padre y decirle que se fuera con él, que yo iría más tarde. No quería que mi hermana descubriera que tenía enfrente a uno de sus ídolos o sino montaría tal alboroto que todo el mundo empezaría a acosarnos.
Me di media vuelta para hablar con Emma y le susurré al oído lo que tenía pensado. Ella sólo me respondió asintiendo con la cabeza y fue desapareciendo de allí poco a poco, sin antes poder evitar mirar de vez en cuando hacía atrás, quizás preguntándose quién sería este tipo que tengo enfrente con capucha. Al perder de vista a Emma inmediatamente clavé la vista de nuevo en Blas y mis nervios empezaron a surgir con mucha más fuerza.
- B...b...las... - dije entre líneas como pude, ya que los nervios me tenían comida por dentro.
- Sh, no digas nada y escúchame, por favor.
Y al decirme esto, vi cómo Blas pegó su frente junto a la mía, sin apartar su mirada de mi, mientras sus manos se posaron a ambos lados de mi cara sujetándomela. No pude evitarlo, así que me quedé ahí quieta, atenta a lo que me tuviera que decir.
- Sé que he hecho mal en haber ido así de rápido - musitó y prosiguió - y no sabes cuánto lo siento ________...no pensé en ti y en todo lo que estás pasando ahora, sólo pensé en mi y me siento como un imbécil. Debería haberlo pensado dos veces antes de haberme lanzado así, pero es que el corazón me lo pidió a gritos, porque creo que sabrás que hay veces en las que el corazón tiene razones que la razón desconoce, y ésta fue una de esas veces. Espero que me puedas perdonar... - dijo por último mientras cerraba los ojos y vi como una lágrima empezó a desplazarse poco a poco por su rostro.
- No me llores y mírame, Blas - dije poniéndole uno de mis pulgares en su rostro secándole las lágrimas - No me tienes que perdonar por nada, al revés, la que tiene que pedir disculpas en todo esto soy yo por haberme comportado así, huyendo como una cobarde y cerrándome por banda a mis sentimientos...sabes que no lo estoy pasando nada bien pero eso cambió el primer momento en el que te vi. ¿Quién me diría a mi que seríamos como uña y carne? Me lo llegan a decir antes y no me lo creo - sonreí tímidamente -, así que perdóname tu a mi por si te he hecho tanto daño...lo último que quiero en esta vida es que esos ojos que tan loca me tienen derramen una sola lágrima.
Sin pensarlo mucho, Blas abrió los ojos y de nuevo cruzamos nuestras miradas. Pude ver sus ojos cristalinos por las lágrimas que los cubría y aquella escena me hizo sentirme verdaderamente mal, a lo que empecé a notar las lágrimas en mis ojos ésta vez.
Blas me secó las lágrimas con ternura y muy suavemente con sus grandes y fuertes manos. Sonreí sin quererlo mientras mi vista seguía clavada en él.
- Así me gusta pequeña, que sonrías - dijo sonriendo él también.
Esas palabras pronunciadas de su boca me hicieron sentirme viva y con más ganas de sonreír como nunca antes lo había hecho.
- Te quiero, ________, como nunca antes había querido a nadie.
- No sé qué decir... - dije musitando mientras me empezaba a sonrojar por momentos.
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Corazón a oscuras (Blas Auryn)
Fanfiction________ (tu nombre), una chica común de 16 años de un sencillo barrio de Madrid. Él una superestrella de una de las boyband juveniles más importantes del momento de España y Latinoamérica. Se conocen por obra del destino un verano, y de ser nada pa...