Capítulo 2.

1K 62 0
                                    

- AY MI MADRE. - sobresalté y proseguí - Es...e...ese es...

Noté como todo el cuerpo me temblaba y me sudaba. No podía ser cierto, esto tenía que ser un sueño. Pasarle a otras personas no lo dudo pero...¿a mi? A mi este tipo de cosas no me solían pasar, por no decir que nunca. Me pellizqué varias veces para comprobar si era un sueño.

- ¡Au!

Exclamaba mientras repetía el mismo proceso.

No, no era un sueño, era bastante real de lo que yo imaginaba; estaba viendo a Blas de Auryn, mi grupo favorito, mis 5 chicos perfectos y favoritos, mi...mi todo. 

- _________, estás loca.

Francisco soltó unas risas.

- Sé que es uno de tus ídolos pero, por favor, ¿tú te estás viendo? 

- FRANCISCO, TU NO LO ENTIENDES.

Dije esto medio gritando y, mientras lo decía, me giré para ver a Francisco, que se me quedó mirando con los ojos como dos platos como diciendo 'vale, definitivamente está loca pero esto ya es para encerrarte en un psiquiátrico de por vida'. El silencio se hizo y se apoderó de nuestro ambiente, a lo que yo hice como si nada hubiera pasado y corté:

- Bueno...intentaré mantener la compostura. ¿Salimos?

Puse una sonrisa disimulada de oreja a oreja en mi rostro mientras seguía mirando a mi novio.

Y sin decir ni una palabra más salimos del coche. Francisco cogió el mando del coche, le dió el boton para cerrarlo y después de esto se puso a mi lado mientras me daba la mano e íbamos caminando hacía Alejandra y Blas.

- _________ recuérdalo, mantén tus formas, no querrás que el chaval salga de aquí cagando leches.

Entre dientes y de una forma muy disimulada sin que apenas se notara me dijo esto, a lo que yo asentí, resoplé y dije muy cortante:

- Que si Francisco, que ya sé lo que debo de hacer.

Hay veces en las que me pone de los nervios, aunque en el fondo yo sé que me lo estaba diciendo por y para mi bien común.

- ¡HOOOOOLAAAAAA!

Alejandra vino hacía mi con una gran expresión de felicidad en su rostro y me dió un súper abrazo, que yo obviamente le seguí, hasta que empecé a notar la poca falta de aire.

- ¡Me estás aplastando!

Pero ella seguía ahí agarrada a mi como si fuera a caerse por un precipicio, y encima apretó más después de yo decirle esto.

- ¿TÚ MADRE BIEN, VERDAD ALEJANDRA?

Pude notar como enseguida se despegó de mi y cambió su expresión. Ahora podía notar seriedad en toda regla. 

- Pero que sosa y que amargada estás, _________, esto de estudiar en verano te está afectando por lo que veo...

¿De qué va ahora? Ahí se había pasado en decirme tal cosa, pero todo lo que hice fué pasar y decidir cambiar de tema de conversación. No estaba para discusiones en este momento, aparte de que a mi no me gustan y siempre intento evitarlas a toda costa.

- Bueno bueno...¿y no me vas a presentar al chaval?

Rodé los ojos y luego me dió por mirarlo para poder contemplarlo mejor. Pude verlo ahí, de pie, mientras nos miraba a mi y a Alejandra. Blas, el chico que toda Auryner quisiera tener como amigo, novio, amante y miles de cosas más. El prototipo de chico perfecto. Alto, guapo, esbelto, moreno, de tez blanca, con una sonrisa de escándalo y unos ojos azul cielo que cuando los mirabas te podías perder en ellos, y además te transmitían una confianza que nadie podía imaginarse jamás. 

Y a todo esto...si, soy Auryner desde que ellos saltaron al mundo de la fama y se hicieron conocidos, pero eso no hacía falta ni que os lo confirmara, ¿verdad?

- Como si tu no lo conocieras ya, __________, que pareces tonta...

Lo dijo con tal tono irónico molesto que ahora mismo le partiría la cara, pero con cariño, aunque sé que eso jamás en la vida se me ocurriría hacerlo. Alejandra comenzó a reirse. Vale, si que lo conocía, pero al menos presentármelo, ¿no?

- Ah, ¿eres Auryner?

Oí pronunciar a Blas mientras esbozó una gran sonrisa. A mi si no se me había caído algo ya como las bragas por ejemplo era raro, y que no hubiera chillado en ese momento hasta dejar sordos a los pájaros del parque lo era aún más.

- Em...es...esto...pues...

No podía articular palabra alguna. Tener a uno de tus ídolos te hacía perder el norte y ponerte muy nerviosa, pero ya que te sonriera, te hablara o simplemente te mirara ya provocaba que te pusieras como un auténtico flan. ¿Cómo lo hacía? Aún no saberlo, esa sensación me encantaba.

- Si, es Auryner, Blas, hasta la médula. 

Resopló y rió mientras yo miraba  a Alejandra con cara de odio. Quería terminar yo la frase, no quería que ella me la terminara. Ahora que quería empezar yo una conversación agradable con uno de mis ídolos...

Escuché como Blas se empezó a reir. ¿Y a éste qué le hacía tanta gracia ahora? No lo entendía, pero pese a ello escucharle reir era una dulce melodía para mis oídos. Es perfecto, lo mires por donde lo mires. Afortunada que es mi amiga no, yo creo que lo siguiente.

- No ya, si se lo he podido notar, no le salían las palabras apenas, aunque lo más extraño es que no se haya enganchado a mi pierna como una loca histérica mientras lloraba a mares.

Pude notar mientras me dijo todo esto cómo clavó sus ojos azulados en mi y me sonrió, a lo que abrió su boca para continuar hablando:

- Y bueno, ¿puedo saber el nombre de esta Auryner tan alocada y guapa?

¿En serio me había dicho eso Blas? NO ME LO PODÍA CREER.

Noté como mis mejillas empezaron a ruborizarse. Mi*erda. No no y no. No quería que Blas me viera así. Que vergüenza más grande estaba pasando en estos momentos. Que me tragara la tierra cuanto antes no sería mala idea en absoluto.

- Me...me llamo..._________.

Por fin pude pronunciar palabras, aunque entre líneas, mientras le devolviá la sonrisa que me había dedicado.

- Vaya, pero que nombre más bonito tienes. Yo soy Blas...

Y ni corto ni perezoso se acercó a mi y me plantó dos besos en cada mejilla, que obviamente le devolví.

- Y no hace falta que me presente más porque ya sabes de sobra quién soy.

Se empezó a reir y seguidamente lo acompañé, pero de repente oí  de fondo cómo Francisco carraspeó.

- Ah...

Giré la cabeza para mirar a Francisco. Pude notar en sus ojos como celos, o como con ganas de matar a Blas si pudiera, aquí y ahora.

- Blas mira, este es Francisco, mi novio. Francisco, este es Blas. 

Francisco se acercó a Blas, y este hizo lo mismo. Se saludaron mientras se estrechaban las manos.

- ¿Qué pasa tío? - dijo Blas.

Blas se quedó súper cortado y se le cambió hasta un poco la cara, se le podía notar a kilómetros de distancia.

¿Qué había pasado?

- Bueno...¿y si vamos entrando al parque? Porque yo no me quiero quedar aquí todo el día plantada.

Y mientras Alejandra decía esto con un tono bastante molesto, ésta tiró a Blas de la mano sin ton ni son y fueron cogiéndonos la delantera a mi y a Francisco, a lo que yo me quedé hablando atrás con él sobre lo que acababa de pasar...

Corazón a oscuras (Blas Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora