38. Aitana Ocaña

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(En este capítulo os pido por dios que pongáis la música mientras leeis. Y si se termina, subáis para volver a ponerla y seguir leyendo. Creo que si que aporta mucho)

- Te presentarás con Abel, os haréis un par de fotos y hablaréis un poco con la prensa. - me repitió Marcos mientras me secaban el pelo mechón por mechón con un secador que hacía un ruido infernal.

- ¿Y Luis? - pregunté medio gritando para que se me oyera.

- Vendrá conmigo. Lo verás después de la presentación. - Genial, estará aún más enfadado.

- De acuerdo.

Poco tiempo después, cuando la peluquera que me atendía estaba pasando la plancha por los últimos mechones de mi pelo, Abel apareció.

- Hola, Aiti ¿Has dormido bien? - preguntó antes de saludarme con un beso.

- Sí. - le sonreí. -¿Y tú?

- Bueno, estaba un poco nervioso. - se dejó caer en la silla de mi derecha para que también empezaran a prepararlo. - He dormido poco. Mira que ojeras. - dijo señalando las líneas oscuras bajo sus ojos.

- ¿Por qué estás nervioso?

- Digamos que no estoy tan experimentado en los escenarios como tú. Estoy más acostumbrado a cantar a través de una pantalla.- hizo alusión a los vídeos que lo habían hecho conocido.

- Si estás muy nervioso puedes mirarme a mí y fingir que sólo estoy yo en el escenario.- apreté los labios al recordar que esa había sido mi estrategia en la gala 1 para controlar los nervios. - Te aseguro que funciona.

El frunció el ceño y ladeó un poco la cabeza.  Parecía estar intentando entrar a mi pensamiento a través de mis ojos. Siempre me habían dicho que expresaba mucho con la mirada y probablemente por ello todos mis amigos intentaban leer entre líneas conmigo a través de ellos.

- ¿Estás bien? - preguntó en tono preocupado.

- Si, claro ¿Por qué?

- No sé, te noto apagada. - se levantó del asiento para acercarse más a mi y tomarme de la mano. - Sabes que puedes contarme lo que sea, que yo te voy a escuchar, ¿verdad? - asentí y dejó de nuevo un beso sobre mi frente para volver a sentarse.

- Hola, Abel . - lo saludó una peluquera antes de empezar a juguetear un poco con su pelo. - ¿Sabes tú lo que te tengo que hacer o tengo que volver a preguntarle a tu representante?

Él rió con fuerza y después le dedicó una mirada juguetona.

- Esta vez me lo he aprendido. Llevaré el peinado del último vídeo.

Tras intercambiar un par de palabras más, se puso manos a la obra y a mí me pasaron a maquillaje.

(...)

- Tú solo fíjate. - dijo Abel poniendo una de mis manos sobre el lado izquierdo de su pecho. Su corazón iba a mil por hora.

- Wow. - él rió ante mi reacción. - Recuerda el consejo que te di. Sirve, hazme caso.

- Siempre lo hago. -sonrió tiernamente.

Nuestro transporte frenó y de detrás de la puerta surgieron un montón de flashes y gritos.
Me bajé del coche seguida de Abel. La presencia de tantos periodistas me agobiaba un poco y las luces cegadoras de los flashes apenas me dejaban ver por donde pisaba.

Abel puso una mano en mi espalda y me ayudó a llegar hasta el interior del teatro donde el acto se celebraba. Posamos juntos para la foto oficial y en cuanto pudimos nos escabullimos a un lugar del teatro más tranquilo donde poder ensayar un poco antes de la presentación.

Tú no te Irás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora